Pig-Man: ¡Hola primor! ¿Qué dices si nos divertimos un poco en una habitación más privada? Te seré generoso y te recompensare con tres demon dólares. ( Guiña un ojo )
Cat-Girl: ( Incomoda ) Sí, supongo.
Pig-Man ¡Excelente! Vamos a pasarlo bien, ¿no crees? (le da un lamidon en la mejilla)
Cat-Girl: ( alejándose del lamidon) C-claro.
Pig-Man: Vamos, vamos, ¡no te pongas así! ¡Vamos a pasarlo bien, ¿no? ( La agarra del brazo pará arrastra hacia la habitación )
Cuando terminaron de irse los demás clientes y trabajadores del casino empezaron a murmurar y comentar entre ellos.
Cantinero: ¿Qué feo, no? Seguro que no tiene otra opción.
Mesero: Ya es aburrido ver cómo se aprovechan de los imps. Pero bueno, no tienen otra oportunidad para salir de su miseria.
Diabliyo: Ojalá alguien pudiera ayudarla. Pero vamos ¿quién se preocupa por un imp en el infierno?
Demonio: Tu lo has dicho ¿Quien se preocuparía?, Por mí que se jodan todos ésos cabrones.
Mesero: Que ayer no tuviste un trío con imps?
Demonio: Y de los mejores que he tenido
Mesero: Pero si todos eran hombres.
Demonio: ¡¡Eran mujeres!!
Mesero: Vestirlos con ropa femenina no los hace chicas, tampoco el que los obligaras a decirte "Amo"
Diabliyo: Por lo menos pudo ser un poco más suave, todavía estoy adolorido ( sobándose las caderas )
Mesero: ¡¿Que?!
Diabliyo: Q-que me sirvas un Jugo.
Mientras la conversación entre los clientes continuaba, una chica situada en una esquina del casino observaba el suceso con una expresión de asco y disgusto en su rostro.
La chica era un joven Overlord, un demonio de alto rango que disfrutaba de una posición privilegiada en el infierno. Tenía el pelo negro y corto y los ojos como fuego, y se movía con la gracia de una pantera.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sin duda era una figura de gran importancia en el infierno. Como hija de los nobles Stella y Stolas, Octavia era una chica de elevado rango y prestigio. Su padre era el príncipe Stolas, un poderoso Overlord que gobernaba sobre una de las regiones más importantes del infierno, mientras que su madre Stella era una princesa respetada por su belleza, elegancia, y fortuna.
Pero cuando las disputas entre sus padres se volvían insoportables, Octavia escapaba del castillo en busca de algo de paz y tranquilidad por las calles oscuras y retorcidas del infierno. Caminaba con su mirada fija en el suelo, tratando de evitar a los habitantes del infierno.
