En realidad, los lleva acumulando desde hace dos días. Stiles los ignoro tanto como pudo, pero comienza a temblarle el párpado.

Entonces dice.-Podrias lavar algo de lo que usas. Ya sabes, la casa es de los dos.

-¿Lo es?.-Derek contesta, dándole una mirada por sobre su hombro. Stilinski toma una profunda respiración.-Ademas, crei que ya que tienes algo de tiempo libre, podrías hacerlo tú. Mí trabajo me demanda más tiempo.

-El mío también me demanda tiempo.

Derek se gira, mirándolo con ambas cejas elevadas.-Erica ni siquiera te exige ir todos los días a la cafetería.

El castaño presiona sus labios con fuerza. Luego asiente.

-Pues se quedarán ahí hasta que le salgan hongos.-Stilinski dice, señalando con su cabeza los platos.-Apuesto a que tu madre le encantaría ver cómo su niño perfecto no sabe lavar un maldito plato.-Murmura en tono bajo.-Cierto, todos debemos atender al pobre Derek. Es el rey, pero no sabe hacer nada por si solo.-Termina cuando ve al peli-negro salir de la casa.

(...)

Al día siguente, Stiles tiene el turno de la mañana en la cafetería. Así que se levanta temprano, se dirige a la cocina y nota que hay tres objetos limpios: la cafetera, la sartén y la wafflera.

Todo lo demás, es decir, los cinco platos y demás cubiertos utilizados por su prometido, aún se encuentran en el lavabo, juntando moho. Está seguro de que puede ver algunas partes tornarse verde.

Así que decide que va a prepararse unos waffles rápidos, con chips de chocolate y arándanos (como le gustan a Derek), unos huevos revueltos y una gran taza de café.

Llega tarde a su trabajo, es más que seguro, pero no puede evitar sonreír mientras se apresura a terminar sus huevos revueltos y waffles. Llena un pequeño termo con café y está a punto de salir, disfrutando de la vista de los tres objetos que Derek iba a utilizar, completamente sucios.

Su prometido entra a la cocina con su pantalón de dormir y el cabello revuelto. Sus ojos están entrecerrados, posiblemente aún le cueste abritlos por la pimienta.

Aún le sigue pareciendo gracioso. Pero no dice nada.

El rostro de Derek pasa de estar adormilado y pacifico a furia pura. Sus mejillas arden y no tarda en desplazar sus ojos (que tiran dagas de fuego) hacía Stilinski.

-¿Hiciste el desayuno?.-Dice entre dientes.

-Sep.

-¿Y mí desayuno?.

Las cejas de Stiles se elevan.-Lo mismo me pregunto yo.

Sale de la casa silbando una canción de Rihanna. Revisa sus bolsillos para estar seguro de que tiene todo y se queda paralizado por un momento.

De pie frente a su coche.

El cual tiene las dos ruedas del lado derecho pinchadas. Se acerca con grandes zancadas, desesperado. Va a llegar tarde y puede ver las nubes negras rondando en el cielo. Claramente, lloverá.

Se pone a la altura de las ruedas y las inspecciona con cuidado. Saca su celular del bolsillo de su pantalón y enciende la luz, alumbrando la rueda. Piensa que todo está normal hasta que lo nota: un par de chinches perforaron la rueda.

Inspecciona la otra rueda, encontrando lo mismo: al menos cinco chinches, perforando el material.

Stilinski quiere llorar.

Se pone de pie, horrorosamente frustrado. Cubre su rostro con sus manos, intentando calmarse.

Está en la mierda.

No sabe cambiar las ruedas de su maldito auto. No importa cuántas veces haya mentido a Derek con aquello, no lo sabe. Y ahora tiene dos ruedas malditamente pinchadas.

La puerta de la entrada se abre y el castaño retira con rapidez lad manos de su rostro. Intenta recomponer su expresión en algo más calmo, porque no quiere tener que decirle a Hale lo que sucedió. Posiblemente le daría una charla de dos horas de como debería aprender a cambiar la maldita rueda y de como es un peligro para los demás conductores. Ah. ¿A quién le importa?

Tomando una profunda respiración y armándose de valor, se gira para encontrarse a quien sospechaba: Derek. La comisura de los labios del hombre parecen bailar de forma graciosa, casi como si intentara controlar una expresión.

-¿Pasó algo?.-Pregunta entonces.

Stiles resopla.-Nah.-Mueve su mano, restándole importancia.-Solo que he decidido a último momento que prefiero ir caminando. El día luce tan hermoso hoy.

Derek da una mirada rápida al cielo, el cual se encuentra entre tonalidades negras y grises y luego desliza sus ojos hasta Stiles. Le sonríe, arrogante.

-Lo noto.-Asiente.

Stiles se apresura a saludarlo antes de que deba comenzar a dar más explicaciones. Derek no parece convencido.

El castaño ha hecho una cuadra cuando su cerebro logra que se detenga. Sus manos se vuelven puños y tiene que morderse la lengua para no gritar.

No lo había notado en el momento, pero había habido una sonrisa en los labios de Derek. Y supo cuándo tenía que salir a la calle porque algo malo sucedio, aún cuando nadie había dicho algo.

Gruñendo por lo bajo, Stiles dice.-Oh. Acabas de declarar la guerra. No sabes cuánto te arrepentirás.



Holaaaa! Espero les esté interesando. Lamento mucho si encuentran errores o incoherencias en el textoo🥹😩🤭❤️

Plan: odia a Stiles Stilinski.-Sterek. Where stories live. Discover now