Día 8 - Celos

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—Deberíamos ir pensando en su nombre.

—Sí, con Cameron escogimos su nombre unas semanas antes de que naciera.

—Y tengo que ir con Shoko para que me recete nuevamente las vitaminas.

—Solo quieres presumir que estas embrazado, ¿no?

—Obviamente.

—¿Dónde guardaste la ropa de bebé de Cameron?

—¿Quieres usar su ropa?

—No lo sé, Cameron se miraba lindo con toda la ropa que le hiciste.

Suguru soltó una risita mientras asentía.

—Ah, tienes razón.

Cameron apretó con fuerza el osito de peluche que sostenía en sus manos mientras escuchaba a su mamá y a su papá discutir en su antiguo cuarto de bebé.

Sus ojitos se llenaron de lágrimas, ¡él todavía era un bebé también!

Entró llorando en el cuarto mientras se arrojaba a los brazos de su mamá.

—¿Qué sucede? —preguntó Satoru mientras lo atrapaba en brazos y Suguru se acercaba preocupado.

—¡N-nada! —dijo mientras tiraba el osito y se escondía en el pecho de Satoru.

—Oh, vamos, peque, dinos qué sucede —le pidió Suguru con suavidad.

Pero Cameron no sabía cómo describir lo que sentía, era un sentimiento que lo hacía sentir enojado y triste cuando escuchaban a sus papás hablar de su nuevo hermanito.

—No quiero tener un hermano —volvió a susurrar entre sollozos— y no quiero que tenga mi cuarto, ni mi ropa.

Satoru y Suguru se miraron antes de apretar un poco más el agarré de su abrazo.

—Okey, okey, no tendrá tu cuarto, ni nada que haya sido tuyo. Pero no hay necesidad de llorar.

Aún así, Cameron siguió llorando

(...)

Cameron caminaba con lentitud por los pasillos de la tienda, mirando los juguetes que estaban en exhibición, los leones de peluche, los dragones y las tortugas.

La ropa de bebé decorada con patitos, rosas y ositos.

Los chupones con colgantes de los dibujos animados que miraba en la tele.

Finalmente llegó a la sección de cunas y se metió entre ellas, acomodando su cuerpo para que no se logrará ver.

Sus ojos nuevamente llenos de lágrimas de impotencia, él quería sentir amor por su hermanito, enserio que sí, pero no quería compartir el amor de sus padres.

—¿Cameron? —La voz de su papá comenzó a sonar por el altavoz de la tienda, pero el niño solo se acurrucó en su lugar un poco más.

No quería que lo vieran así otra vez, si lo miraban así ya no lo iban a querer y su hermano iba a tener todo el amor.

Pudo ver como su papá pasaba con rapidez por los pasillos, buscándolo con desesperación hasta que entró su mamá con montones de dulces en las manos.

Se limpió las lágrimas y se cubrió la boca cuando observó como su mamá se acercaba al lugar.

—Hola, Cam —dijo Satoru mientras abría pasos por las cunas y finalmente se ponía de cuclillas enfrente de él— asustaste a tu papá.

—Perdón, mami —susurró mientras trataba de quitarse desesperadamente las lágrimas de los ojos— ¿Cómo me encontraste? Papi no pudo verme.

—Por desgracia para ti y tu pequeño escondite, tengo unos ojos hermosos —le dijo mientras extendía la mano y le revolvía el pelo— y a diferencia de tu papá yo ya puedo distinguir tu olor.

Cachorros (SuguSato omegaverse)Where stories live. Discover now