27 💙

194 23 91
                                    

Suguru tragó saliva con una mezcla de consternación y sorpresa al ver a su ex amiga frente a él. Ella, con el cabello largo y unas profundas ojeras bajo sus ojos, se veía cansada pero aún conservaba su belleza. La sonrisa de Shoko no hizo más que aumentar la intrigade Suguru.

—Estás hecho una mierda — dijo ella con un tono áspero pero lleno de complicidad. —Te preguntaría por qué, pero escuché todo lo que hablaron ese idiota y tú.

Suguru apenas pudo articular una pregunta. —¿Qué haces aquí? —Su voz apenas salía en un susurro.

Shoko suspiró antes de responder. —Descuida, vine sola y no advertiré a nadie, no pienso morir  —dijo mientras daba unos pasos más cerca de él. —¿Puedo sentarme?

Confundido, Suguru asintió y se incorporó, limpiando sus lágrimas mientras Shoko se sentaba a su lado. La mirada de Suguru estaba llena de confusión y un atisbo de esperanza.

—Pensaba en preguntarte por qué habías tomado este camino, a mi parecer infantil, pero creo que eso ya no importa —dijo Shoko con una mezcla de tristeza y nostalgia en su voz.

—Creíste que acabando con los no hechiceros garantizabas la seguridad de Gojo —murmuró.

—No, realmente me asqueaban solo por existir y aún pienso una parte de eso, no todos merecen ser salvados — dijo Suguru con una risa amarga.

—Así que sigues pensando así, ¿entonces quién salvará a quién?

Suguru desvió la mirada, perdido en sus propios pensamientos. —Hace tiempo supe el poder que tenía sobre Satoru, sé bien que haría cualquier cosa por mí... Por eso construyo este templo y abandonó a Megumi  —admitió con pesar.

—Pero también sé que jamás quise arrastrarlo a este agujero, él debía seguir en la escuela lejos de mí —agregó, jugueteando nerviosamente con sus dedos.

Shoko ladeó la cabeza. —¿Entonces qué harás, Geto?

Él la miró con determinación. —Lo que debí hacer hace mucho tiempo, acabar con esto y vivir una vida más auténtica al lado de Satoru y mi familia —respondió con convicción.

—¿Más significativa? —preguntó Shoko, buscando entender las motivaciones detrás de la decisión de su amigo.

Suguru asintió. —Donde pueda ser yo mismo. Creí que lo que hacía era mi verdadero yo y mi destino, pero ahora que lo veo ante mis ojos, puedo ver la realidad y la odio. Cometí un error y al menos quiero salvar a Satoru de él.

—Jamás tuvo la culpa de que me hundiera, sin embargo, lo hundi conmigo y ahora debo levantarlo.

Shoko le palmeó el hombro en un gesto de apoyo. —Estaba algo decidida a decirte que al menos pensaras en vivir tu vida.

Suguru la miró con melancolía. —¿Acaso no me odias?

—No puedo hacerlo —respondió ella sinceramente. —Creo que hubo demasiados factores que afectaron tu cordura. Empezamos por el largo período de largas misiones y el coma de Gojo.

Los ojos de Suguru se posaron en el suelo, perdidos en sus propios pensamientos. —La verdad es que en esos momentos todo se complicaba cada vez más, es como si el destino hubiera querido que... abandonara todo.

Shoko asintió con empatía. —Si ya tomaste una nueva decisión, te apoyaré en lo que pueda. No me gusta ver al idiota de Gojo de esa manera, es un irritante de primera pero... Es el mejor en eso.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Suguru. —No puedo creer que esté hablando contigo en este momento, ¿seguiste a Satoru?

—Algo así  —admitió Shoko. —Lo intenté por meses o... desde lo ocurrido en tu templo en Shinjuku. Ni siquiera venía con un plan, solamente quería ver en qué te habías convertido.

BAJO EL MISMO AZUL 💙 / SatoSuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora