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Megumi subía a la par de Satoru las largas escaleras hacia un templo desconocido por el.

—¿No es el templo del señor Geto?

Gojo sonrió —exactamente, hoy conoceremos a toda su familia, pórtate bien, el también tiene dos hijas de tu edad, fueron adoptadas por circunstancias similares.

Megumi asintió algo nervioso ante conocer gente nueva.

Subieron hasta el patio principal, Gojo acomodo su traje y suspiro. Tenía cierta inquietud en su pecho.

—Ven, Megumi.

Le dijo extendiendo sus brazos, el niño frunció su ceño —no quiero que me cargues.

Gojo rodo sus ojos y cargo a la fuerza al niño, este iba a protestar hasta que escucho una puerta abrirse.

Giró su cabeza para ver a Geto con un traje negro con bordados rojos, su cabello estaba suelto con un pequeño moño detrás.

Este camino hacia ambos con una expresión nerviosa —Satoru, creo que debemos cancelar.

Esté asintio —creo que hoy no seré bien recibido, ¿cierto?

Geto colocó sus manos sobre su rostro frustrado —apenas mencioné tu nombre y explique la situación... Necesitan más tiempo.

El albino suspiro —est-

—Asi que este es el famoso, Satoru Gojo.

Geto abrió sus ojos, de la puerta salió toda su familia, incluyendo a sus pequeñas hijas.

Satoru pudo sentir el peligro, frunció su ceño y apreto más a Megumi entre sus brazos. El niño observó su rostro con confusión.

—Dicen que eres fuerte.

Dijo una mujer de cabello largo y naranjoso, elegante a la vista.

—¿Cómo sabemos que no infiltrara nuestra información?

Satoru camino frente a Suguru y coloco una de sus manos en su hombro —le prometí a Suguru cuidar de el y de ustedes y siempre cumplo mi palabra.

—Las palabras no valen nada, son las acciones.

Geto tragó en seco, estaba entre la espada y la pared. —Satoru encontró este lugar hace cuatro años, si el hubiera querido nos habría eliminado hace mucho tiempo, ha desviado a los hechiceros para que no nos encuentren.

—Asi que es un traídor hecho y derecho.

Dijo un hombre rubio bastante voluminoso y resplandecíente.

—Llamenlo como gusten, lo único que e hecho es proteger a la persona que amo y con la que quiero pasar el resto de mi vida, por eso me unire a ustedes.

Gojo sonrió de lado —y si de acciones hablan, hace tres años compré una mansion en una zona aún más oculta que está, con más seguridad, así nadie los encontrara y aún si lo hacen, no pasaran de la puerta principal.

Suguru abrió sus ojos y mostró sorpresa igual que los demás.

—Aunque aún no confíen en mí, los protegeré con mi vida, porque son importantes para Suguru y pronto también mi familia.

Miguel sonrió —este tipo me agrada, porque no le damos la oportunidad, es lo que espera nuestro señor Geto.

Todos suspiraron con pesadez —entonces pasa.

Geto sonrió relajado —niñas, vengan.

Las pequeñas quienes portaban pequeños vestidos rojos con blanco, miraron al imponente hombre con timidez.

BAJO EL MISMO AZUL 💙 / SatoSuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora