Always yours

Capitulo 5

Llegó a la parada y bajo echo un cohete, camino un par de cuadras hasta llegar a la vivienda de Jefferson.

Al ya estar frente la puerta, Alexander se dispuso a tocar de manera poco amigable la puerta.

Dudo por un momento de que Jefferson si estuviera ahí, más sus dudas desaparecieron al momento de que el virginiano abrió la puerta.

Al encontraste ambos ojos, no hicieron más que verse con enojo. El moreno toma el brazo del menor y lo mete a su vivienda con brusquedad, azotando la puerta tras el y empujando con fuerza el delgado cuerpo del caribeño. Alexander casi pierde el equilibrio, más logra mantenerse de pie y soltar el agarré que el virginiano tenía en su brazo.

— ¿Sabés la vergüenza que tuve que pasar? ¡No puedes marcarme como si no tuviera cosas que hacer y pedir que nos veamos! —

El caribeño ríe en seco. — ¿Cosas que hacer? Vivir desempleado, sin una carrera, sin estudiar y literalmente ser un mantenido no me parecen cosas que hacer —

— ¿Qué? —

El caribeño se acerca al moreno. — ¡Ahh, pero meterte en las cosas que te valen madre si es algo que sabes hacer, ¿Qué derecho tenías tú para tomar mi celular y hablarle de esa manera a Aaron?! —

Jefferson rodea con facilidad al pelirrojo, poniendo los ojos en blanco. — Ja... ¿Ya te fue con el chisme? —

— ¡El no me lo dijo! A él no le gusta hacer problemas, como a otros —

Thomas se da la vuelta, encarando al menor. — ¡Pues sí fuí yo y no me arrepiento de nada! Miles de veces te dije que ese imbécil solo quería arruinar nuestra relación, y parece que lo está logrando —

— ¡Está logrando abrirme los ojos! ¿Qué tan poco confías en mí? —

— Lo suficiente como para saber que te interesa irte y acostarte con todo el mundo —

El comentario del virginiano atacó desprevenido a Hamilton. — ¿Disculpa? —

— ¡No soy estúpido! ¿Crees que no veo como intentas dar lástima con cualquier imbécil para después coquetear con el en mi puta cara? Hace unos años con María, después Aaron, ahora el rubio ese... ¿Cómo dices que se llamaba? ¡Ah! Ese tal John —

— ¡María y Aaron fueron solamente mis amigos! Qué tú y tus enfermizos celos lo hayan querido ver de otra forma no es mi problema —

— ¿Y ese tal John? Ayer fuiste a esa fiesta conmigo y no hiciste más que irte a perder la dignidad con ese maldito al cual parece que nunca le a dado la luz del sol, ese fenómeno... —

Alexander interrumpe al virginiano con un empujón, su poca fuerza le impedía tumbarlo, pero al menos logro hacerlo tambalearse. — ¡Ni se te ocurra volverlo a llamar así! — Exclamo.

El mayor guarda silencio por un momento, Thomas logro ver la diferencia de reacción al momento en que menciono a Reynolds y a Burr. — ¿Con que el sí? —

Hamilton trago en seco, su repentino ataque de valentía para encarar a Jefferson comenzaba a desaparecer. — ¿El qué? —

— ¡Deja de hacerte imbécil! — Exclamo mientras se acercaba a zancadas largas al caribeño, el cual, retrocedía al mismo ritmo. — ¡Es ese el maldito con el que quieres engañarme! —

— ¡Claro que...! — Un puñetazo por parte de Thomas cae sobre el ojo derecho del caribeño, haciendo soltar al menor un quejido de dolor.

— ¡Cállate! — Exclamo. Como si no hubiera sido ya suficiente, tomo el cuello de Hamilton y lo levanto algunos centímetros, el menor solo podía sostenerse con las puntas de sus pies.