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Narra el escritor

Algo no andaba bien, tu cuerpo se sentía pesado y caliente, te frotabas contra el peli-blanco constantemente.

Y Dabi igualmente sentía que algo no anda bien, pero amaba como toda tu atención estaba completamente pegada a él.

Comenzaste a mordisquear su cuello, haciéndolo jadear, tiro su cabeza hacia atrás dejándote libre acceso, tu lengua paseaba, remarcaba áreas y clavabas tus dientes con fuerza. Sin llegar a marcarlo.

Angel: mi bello omega, te encanta que haga esto --pasa su lengua por el área quemada-- te excita que te encuentre precioso

Dabi: si --susurro sintiendo como comenzaba a mojarse-- me encanta.

Frostaste tu hombría contra el, escuchando como jadeaba con más fuerza, disfrutando tus toques.

Tu celo comenzaba a hacer sus primeras apariciones serias.

Le arrancaste sus pantalones y lograste tocarlo mejor. Haciéndolo jadear.

El beso se volvió más húmedo, Dabi comenzó a perder la batalla de lengua que tenían. Y la saliva corría por la comisura de tu boca chorreando, Dabi trato de separarse pero no se lo dejaste.

Tragaste su gemido cuando en un movimiento rápido empujaste tu hombría en su interior, haciéndolo lloriquear de placer, separo su boca de la tuya después de un forcejeó.

Sus ojos se llenaron de lágrimas por el placer ¿que te pasaba? Tu camo acaricio su rostro un poco, no pudo evitar frotarse en tu mano, hasta que agarraste su nuca y lo empujaste nuevamente a su boca haciéndolo lloriquear, no había logrado acostumbrarse a la intromisión de tu miembro cuando comenzaste a moverte.

Gemia con fuerza, contra tu boca, y tus movimientos se hicieron más bruscos que antes, jadeba abriendo su bocaĺ dejando que metieras tu lengua a su boca, rindiéndose al placer.

De golpe sintió que se derretía, ¿era idea suya o... habias aumentado una talla?, se sentía más grande, más grueso, en su interior, cosa que lo hizo expandirse más, lloriqueo de placer.

Se derrumbó en tu cuello, escuchando tus gruñidos y jadeos pesados, pero eran opacados por sus propios gemidos de placer.

Una dura embestida más brusca y profunda que las anteriores hizo que alcanzara su orgasmo vergonzosamente rápido, y tu no te detenías aún y cuando su voz de rompia por el placer.

Angel: vamos cariño, quiero --jadea-- que vuelvas a correrte --le deja un chupeton en el cuello-- amo sentir como me aprietas cuando lo haces --sonrie--

Dabi grito con fuerza cuando tomaste con brusquedad sus caderas y lo hiciste comenzar a saltar con rapidez sobre tu miembro, haciéndolo enloquecer se placer y dolor, la sobre estimulación le estaba pasando factura.

Alcanzo su segundo orgasmo demasiado rápido para su propio bien, mordió tu hombro sintiendo como toda su cabeza daba vueltas, y tu no te detenías. Podía sentir el nacimiento de tu nudo, se preparó mentalmente para embestidas cortas y duras, hasta que tu nudo te impidiera entrar en el y te corriera fuera.

Así que se sorprendió cuando empujabas profundamente en el y la estimulación era más brusca por sus anteriores corridas.

Cuando gruñiste y con más fuerza se la necesaria agarraste su cintura, y lo empujaste con fuerza hacia abajo.

De golpe, tu nudo creció en su interior, atrapandolos a ambos, y solto un grito, arañó tu pecho, su instinto de supervivencia se activo, al sentir dolor h no tener como defenderse.

Así que te mordió y arañó con fuerza hasta que liberaste una bomba de tus feromonas, haciendo que lentamente volviera en si, y después se activara su lado Omega.

Bienvenido a "Diamond"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora