Bienvenido a "Diamond"

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Narra el escritor

Bajaste de tu auto tranquilamente junto a una mochila, el estacionamiento del edificio era privado y tenías una tarjeta de "residencia" así que podías ingresar a este sin problemas.

Te subiste al ascensor tranquilamente mientras le mandabas un mensaje avisando que habías llegado y que ibas subiendo por el ascensor al beta de cabello rubio y de bellas alas rojas.

Estuviste por poner un pie fuera del elevador cuando fuiste atacado por el antes mencionado, sonreiste ante el beso sorpresivo y lleno de lujuria y felicidad por parte del híbrido halcón.

Correspondiste cerrando tus ojos y agarrando con una mano su cintura y con la otra la parte de atrás de su cabeza. El beso se volvió más húmedo y casi desesperado.

Terminaron saliendo casi a tropezones del ascensor, y chocando con un par de paredes hasta que lograste meter al rubio a su casa, donde terminaste callendo al piso, logrando girar en el aire y callendo tu directamente al piso y Hawks sobre ti.

Angel: Auch --sonrie--

El beta sonrió embobado para volver a besarte.

En esa posición con Keigo sobre tu cuerpo le pegaste una patada a la puerta, cerrandola de golpe. Otras pequeñas risitas abandonaron sus labios por ese motivo, al final terminaron riendo en el piso mientras acariciabas con suavidad su espalda y de vez en cuando sus alas, procurando hacerlo con suma suavidad deteniéndote en cada mínimo temblor de su cuerpo.

Angel: me encantaría seguir aquí haciéndole un daño a mi espalda mientras te tengo en mi pecho y te escucho ronronear de gusto --sonrie-- pero me gustaría que me prestas tu ducha, por lo que pasó hoy en Diamond

Keigo se sentó en tu pelvis y te miro.

Keigo: si, me enteré de que se incendió, estaba por acudir pero muchos héroes ya estaban allá, y me mandaron a ver un asalto que se estaba llevando a cabo cerca de mi sección --te mira preocupado-- estás bien por lo que veo, pero igualmente me asusté por no saber de ti y te quise escribir

Angel: mmm si solo por eso --sonrie--

Keigo se puso nervioso y sus alitas se esponjaron solo haciéndote reír más, con golpes en tu pecho y sus chillidos avergonzados termino por hacer que te rieras con más ganas.

Al final lograste calmar tu risa y te pusiste de pie levantandote con el Beta en brazos.

Lo dejaste con suavidad en el suelo.

Angel: déjame tomar un baño por favor, bueno a humo y sudor --suspira--

Keigo: sabes dónde está el baño, te llevaré una toalla --deja otro beso en los labios del Alfa--

Caminaste al lugar antes mencionado y prendiste la regadera, te sacaste la ropa mientras el agua se temperaba, ya estando listo te metiste bajo el chorro de agua y dejaste que el agua corriera por tu cuerpo.

Angel:--suspira feliz-- necesitaba esto

En eso la puerta se abrió.y por ella entró un desnudo Beta, el cual te permitió mirar su cuerpo con toda libertad, dejo a un lado las toallas y camino hacia ti, bajando sus alas y sonriendo.

Terminaron haciendo un desorden el el baño, jadeos y gemidos por el placer se escuchaban fuera del baño, el rubio tenía que aferrarse desesperadamente a una pared al sentir duras embestidas contra su punto dulce, tus gruñidos cerca a su oído lo ponían tan caliente que solo podía volverse sumiso mientras lo hacías tuyo.

Los chupetones marcaron la piel del beta, mientras gemia y bajaba la cabeza preso de placer, termino viniendose contra la pared de azulejos celestes casi blancos, te escucho gruñir un poco y sintió toda tu esencia en su interior, sus piernas flaqueraon y sollozo al saber que fue ese movimiento extraño que habías hecho en último minuto.