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07 de agosto 1897

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07 de agosto 1897.
Spitalfields, Londres.

La semana había sido agotadora para Peter.

Entre la fábrica y estudiar para el examen de admisión, no tenía tiempo para nada más y lo único que hacía era trabajar, estudiar y dormir.

Su día comenzaba a las siete, cuando despertaba con Roland, desayunaba y se iban al trabajo. No salía hasta las ocho de la noche y cuando llegaba a la casa, después de limpiarse y ponerse su pijama, se sentaba en la cama a estudiar mientras Roland preparaba la cena, y seguía estudiando en la mesa hasta pasada la noche mientras Roland dormía. Normalmente, se iba a la cama a la una o dos de la mañana y volvía a empezar la rutina.

No era sorpresa que estuviera agotado y más deprimido de lo usual cuando llegó el sábado y volvió a su casa del trabajo para seguir estudiando.

Ni siquiera sabía cómo todavía era capaz de almacenar información en su cabeza, porque estaba tan agotado que ni siquiera lograba concentrarse mientras leía y algunas veces se le cerraban los ojos sobre el libro.

Le agradeció a Roland por la cena cuando le puso el plato enfrente y siguió leyendo mientras comía rápidamente.

—Tenemos que ir a la casa de baño esta noche —le recordó y Peter asintió.

—Lo sé, ya preparé las cosas. ¿Usted?

—También y pensaba darle un baño a Miss Muffin cuando vuelva —. Se sentó en la mesa a su lado y lanzó un vistazo a Muffin, echada en su nueva cama cerca del calor de la cocina—. Su primer baño, creo que está emocionada.

—Creo que no sabe planea darle un baño.

—Claro que sí, mire: ¿Va a bañarse, Miss Muffin? Sí, ¿verdad que sí?

Muffin dejó su cama de perro para acercarse a ellos, sacudiendo la cola y temblando emocionada de pies a cabeza y Peter se rio y negó.

—Solo responde así porque le está hablando con un buen tono, pero no le entiende.

—Déjeme soñar, señor Eades.

Alzó las manos, dándose por vencido y le entregó el plato para que cenara y volvió a su lectura.

—¿Qué está estudiando ahora?

—Funciones analíticas, pero he leído los mismos párrafos unas diez veces y sigo sin entenderlos.

—Me ofrecería a ayudarle, pero yo entiendo menos que usted.

Sonrió y sacudió la cabeza, restándole importancia. Roland ya le había ayudado demasiado toda la semana, así que no quería molestarlo más y sabía que el libro era complicado.

—Puede probar leer en voz alta si quiere, a mí eso me ayuda a entender mejor.

—¿No le molesta?

Vidas Cruzadas El ciclo. #4 EN DESARROLLO +18. BORRADORWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu