XXVI. Hormonas de San Valentín

Magsimula sa umpisa
                                    

- Solo un poco-

- Ya ve adentro o terminarás como Jack Torrance-

- Hum, quizá mi padre tenga un hacha en su portillo- Freen rio, apretándola nuevamente entre sus brazos y la guio hasta la puerta. Allí, con una mano en el picaporte y otra en la cadera de su novia, elegir cual tirar no era difícil y realmente seguir con el frío en ambas sería la opción preferida - podrías pasar a tomar algo ¿quieres? -

- Me encantaría- suspiró - pero para mis padres piensan que estamos con Cream buscando pañales. Vendrá a buscarme cuando le avise y...- se detuvo, cuando en la vereda su coche apareció y su hermana dió unos bocinazos - bueno, quizá se me adelantó un poco-

- Mucho para mi gusto- musitó Becky, pero sacudiendo su mano en saludo a la mayor de las Chankimha-

- Oye, Bec, con respecto a mis padres...- volvió a detenerse y limitarse la invitación a su casa, para que Roger finalmente la conociera. Estaba segura de que la rubia actuaría como siempre, con la educación y el porte que la caracterizaba y sus padres quedarían encantados con ella. Pero estaba segura también de que Roger haría preguntas, como solía hacerles a Mind y Nam e incomodarla o, en gravedad, terminar de decirle la relación sentimental que las unía, no entraba en sus planes-

- ¿Qué pasa con ellos? - se interesó la rubia chasqueando los dedos frente a ella-

- Nada. Solo que deben estar esperándome. Bueno, entonces...nos vemos luego. Por los cupos y esos, son veinte ahora-

-Freen- la detuvo su novia cuando balanceaba su cuerpo de un lado a otro - ya no tienes que poner mi trabajo como excusa- resopló con diversión y asintió, acercándose a ella y besándola sin aviso-

- Te quiero, Becky - le repitió cuando su hermana volvió a sonar el claxon y hasta podía oír llamándola. Le dejó un último beso en su mejilla y se apartó, caminando con las manos en su abrigo rumbo al coche-

- Te llamaré luego- le dijo la rubia mientras abría la puerta de acompañante - ¡Freen! - volvió a detenerla, cuando intentaba subir - Te quiero- le dijo y dibujando algo con uno de sus dedos, en el aire, como si desde allí pudiese verlo. Ella sonrió y se adentró, cerrando y notando las manos de su novia moviéndose en despedida-

- Dios santo, y yo que pensaba pasar por unos algodones de azúcar- se burló Cream acelerando y alejándose finalmente - ¿para qué? Con ustedes tendré empacho por el resto de mi vida-

Ella la miró, fingiendo molestia y luego se echó contra la ventanilla. Sonrió porque, más allá de lo literal, su viaje de ida había emprendido y ella no le había regalado el boleto a nadie. Ni regresaría por algún reclamo.

Solo continuaría viajando.

Tenía que ser la fecha, las decoraciones y las manos juntas de las demás parejas que veía todo el tiempo entrelazadas. Becky no encontraba otra respuesta a los efectos que todo eso encendía en su interior. Porque debía tratarse de eso ¿de lo contrario qué irradiaba su deseo de hacerlo también cuando veía a Freen en los pasillos?

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Todo el Instituto estaba preparándose para San Valentín, el día de los enamorados que celebrarían por la tarde al parecer pero que habían comenzado desde esa mañana y sin importar la hora. Era 14 de febrero y, que la more no estuviese prestándole la atención debida, en realidad intensificaba más su envidia a las parejas felices que se paseaban por cada rincón.

Mientras escribía algo en su cuaderno de música, en la escalera de uno de los pasillos, Surprise se detuvo y se acomodó a su lado:

- Ey ¿qué haces? -

Bajo sus EncantosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon