2

182 20 4
                                    

El silencio sepulcral que inundaba todo el Gran Comedor fue interrumpido por toda clase de murmullos y expresiones de asombro. "¡Oh, Merlín!" escuchaba Hermione a los estudiantes decir.

Su reacción no era para menos. Sus piernas flaqueaban y sentía su corazón bombear como nunca antes lo había hecho ¿acaso había escuchado bien?

—Tú... no puede ser posible —articuló ella sin salir de la impresión.

El tal Draco del futuro no había dejado de mirarla de aquella forma, con sus ojos grises tintineando felizmente. Incluso pensó en que si llegaba a ser Malfoy, no tendría para nada de sentido, ya que ese nuevo Draco sonreía y abrazaba a las personas, algo que el Malfoy que ella conocía jamás haría.

—Sé que para ti parece una idea retorcida en estos momentos —dijo él—. Pero te prometo que soy yo, mírame, todo lo que quieras.

Ella analizó el rostro de aquel hombre a detalle, tratando de ignorar el amor que derramaban los ojos de él al verla. Se fijó en que los ojos grises eran tan iguales como los del Malfoy que ella conocía, sus pómulos y su manera de sonreír. Nunca había visto a Malfoy sonreír genuinamente pero sí de forma burlona.

Al parecer era evidente que ella buscaba pruebas de que eso fuera real, por lo que él sacó de uno de sus bolsillos una pequeña fotografía, y se la extendió.

Hermione la tomó y con sus propios ojos pudo verse a ella, con unos pocos años más, sonriendo a la cámara junto a Malfoy, quién sólo tenía ojos para ella, luego ella lo observaba y se besaban. La fotografía mágica, que podía moverse, se repetía una y otra vez frente a los ojos de la castaña, quién no podía salir de su impresión.

Le creía. Claro que debía ser real, porque esa era ella misma, y no había motivo alguno para que Draco fingiera ser su futuro esposo, eso sin dudas. Lo que no procesaba aún era el hecho de que eso fuera real.

—Herms, déjame ver —Ginny dijo, haciéndola salir de su ensimismamiento, y tomó la foto cuando se la extendió.

Ella abrió mucho sus ojos de la impresión, pero luego lo miró enternecida. Los Gryffindors a su alrededor se apiñaban para ver también la famosa foto que el viajero había traído.

Hermione desvió su mirada de los Gryffindors que se peleaban entre ellos para seguir rodando la foto, y pasó a mirar al rubio, el cual no había quitado sus ojos de ella ni un solo minuto.

—¿Me crees? —le preguntó él. Hermione pudo percibir una pizca de temor en él.

Ella asintió, él suspiró de calma.

—Perdóname todo esto, necesitaba abrazarte.

Varias chicas del gran comedor soltaron un "Awww" que hizo sonrojarse furiosamente a Hermione. Draco, el del futuro, sonrió ante esto.

—No recordaba lo hermosa que eras a esta edad —admitió él.

Hermione no sabía dónde meter su nariz, pues quería evitar que todo el Gran Comedor viera sus mejillas totalmente rojas.

-

En la mesa de Slytherin, un rubio no miraba la escena muy contento.

Desde que aquel hombre dijo que era él mismo en un par de años, lo creyó por completo, pues tenía el porte de un Malfoy y se había visto reflejado a él mismo. Lo que no entendía era el hecho de que abrazara con tanta pasión a Granger y que le dijera que estaban casados en un futuro no muy lejano. Joder, y no alcanzaba a ver la foto que todos los Gryffindors disfrutaban de ver.

Se sentía totalmente confundido y algo enojado, sin saber a qué atribuir aquella sensación: si al saber que se casaría en un futuro con Granger, o si al hecho de ver a la chica ser abrazada de esa manera por alguien.

The time traveler | Dramione |Where stories live. Discover now