La vida de Son Goku tomó un rumbo distinto a su rutina cotidiana. Varias cosas que parecían incognitas saldrán a la luz, trayendo consigo varios sucesos que marcara lo que siempre anhela, un propósito en su vida.
En una de las Galaxias más grandes del Universo y centro de este mismo, habitaba uno, sino, el Dios o el ser más fuerte del Cosmos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Indra, era conocido en el vasto Universo como "El Rey de los Dioses". Estaba sentado en un trono pero contaba con una sonrisa, ya que había escuchado como Shiva contó su historia y se sentía tan orgulloso por como consiguió su fascinante poder.
Anteriormente era conocido como un Dios ordinario, se le apodaba Dios del Rayo, un titulo no tan imponente pero todo cambio con su visión futura, había visualizado como varios Dioses Hindúes caerían pero pudo cambiar ese futuro, él hizo que los Dioses cayeran por sus propias manos y no de ajenos, donde heredo su voluntad y poder de aquellos Dioses caídos.
Se puso de pie y acomodo sus gafas de Sol, camino hasta una habitación y pudo ver como Cao Cao se había recuperado por completo desde esa batalla contra Issei y compañía.
- Al fin despiertas pero, quiero que con tus propias palabras me digáis que sucedió en esa batalla - le dijo Indra sin quitar su sonrisa
- Unas pequeñas complicaciones, solo eso - respondió Cao Cao sin darle la mirada al Dios Hindú
La respuesta del Humano más fuerte hizo sonreír a Indra y antes de que Cao Cao se pusiera de pie, éste estaba siendo tomado de la garganta. El Dios lo tenia ahorcando mientras le sonreía de frente, no toleraba las respuestas incorrectas.
- Deberías de agradecer que soy tan generoso, eres tan afortunado al ser mi vanguardia - le decía Indra pero lentamente perdió aquella sonrisa tan egocéntrica, haciendo que Cao Cao sintiera terror - ¿Harás que intervenga? Sabes lo que sucedió la última vez que lo hice, ese Saiyajin murió
- Solo le pido confianza, solo eso - decía Cao Cao mientras era soltado del cuello - Haré lo que su voluntad ordene
Indra nuevamente pudo ver el futuro y sonrió por ver el resultado, estaba por cambiarlo para su beneficencia pero esta vez no, haría algo mejor.
- Espero verte nuevamente Cao Cao - le decía Indra mientras se retiraba - Necesito ir al Olimpo, tal vez sea tu ultima oportunidad, eso lo decido yo
. . .
Era una mañana agradable para la chica de ojos violetas, Akeno despertó pero para su felicidad fue que ahora no durmió sola como en estos meses, amaneció junto al chico que la enamoro. Había pasado una noche de amor con Goku donde por fin ambos se unieron físicamente.
- Despierta Goku, hay que ir al infierno - le susurro Akeno mientras Goku despertaba - Buenos días dormilón
- Listo, estoy despierto - decía Goku mientras se sentaba en la cama y era abrazado por la espalda. El Saiyan seguía pensando en lo sucedido antes y después de su muerte, habían pasado muchas cosas desde ese momento - Durante mi muerte, todo paso muy rápido, solo recuerdo estar viajando por toda la existencia y llegar ante el Dios Bíblico, era el único espíritu consciente. Pensé que era mi final pero me negué a morir y con mi voluntad no termine el final de mi camino, tal vez suene mal pero aveces pienso si fue lo correcto cambiar mi vida
