Intimidante.

4.2K 527 146
                                    

Una vez me quedé en posición fetal y tratando de no ser consumida por los nervios, unos fuertes golpes retumbaron y ocuparon mis oídos. Rápidamente los tape pero los golpes parecían ser incesantes, estresantes, me estaban asustando más de lo que estaba y comencé a sudar frío.

¿Qué mierda estaba pasando allí afuera?.

La alarma no se detuvo. Nada estaba siendo como de costumbre. Estaba asustada porqué él hombre de limpieza se estaba tardando más de lo normal y mi cabeza empezaba a dar vueltas, estaba en mi límite. Simplemente me costaba procesar lo que estaba sucediendo allí afuera.

Pero oí, escuché el alarido de dolor de un hombre. Algo parecía estar produciendo un aterrador sonido de algo quebrándose.

De algo siendo lentamente devorado.

Grité de horror. Supe que está vez sería diferente, y no hubo dudas.

Otro fuerte golpe se escuchó, pero está vez era más cerca, siendo más específicos, aquello se escuchó justo detrás de la ventanilla resguardada, con una seguridad que por un momento creí, inquebrantable.

Pero que ahora estaba siendo manipulada por él supuesto Francis Mosses, él que ahora mismo estaba tratando de entrar y lo sé porqué ahora mismo lo estoy observando levantar el metal, como si fuera un chiste de mal gusto, como si fuera nada.

Y no pude evitar mirarlo, porqué él me está mirando ahora mismo.

Cómo si fuera su presa.

Mi respiración agitada no hace más que empeorar mi estado, y no dudo, ni si quiera por un momento, que las lágrimas bajando e impactando contra mi ropa, sean de terror absoluto. Él lo está disfrutando, él está sonriendo y su ropa empapada de sangre me muestra lo peor de él.

Todo su porte, su cabello perfectamente cuidado y de un color negro yacían desordenados y un poco ensangrentados, al igual que esa camiseta blanca cubierta de los restos del trabajador de la D.D.D y su sonrisa macabra eran lo que provocaba mi sufrimiento. Estaba perdida viéndolo, suplicando y llorando porqué no me llevase, me matase y comiese como su próximo festín.

Cuando menos lo esperé él entro y no fue cuidadoso para nada, el vidrio me salpicó debido al puñetazo que aplicó sin ningún tipo de problema, todo el piso se cubrió de ese material y la única cosa que creía podría protegerme, esa vieja coraza de metal, ahora yacía levantada y apachurrada sin gracia a un lado. Mis ojos solo veían los destrozos, sin poder entender la gravedad de lo que estaba sucediendo en esos momentos.

Él Doppelganger de Francis se acercó a mi, y no pude correr ni hablar, no pude hacer ningún gesto pero él lo hizo. Lentamente con una de sus manos tomó un gran mechón de mi cabello, y me jaló hacia él. Nuevamente grité y lo miré con los ojos abiertos, mantenía una fuerza contundente en mi pelo y me levantó a la fuerza, como si fuera una simple bolsa de basura.

Pude sentir su aliento chocar contra mi cuello y las manos pálidas sostuvieron mi cuerpo a punto de derrumbarse por los temblores, una de ellas se posicionó en mi cintura y la otra siguió en mi cabello, como si quisiera asegurarse que no fuera a ninguna parte. Irónicamente, aún que quisiera, ni siquiera podría haber resultado exitosa en ello.

"¿Intentas escapar?."

Aquella pregunta pareció más que nada una burla que un cuestionamiento real y no hizo más que avergonzarme frente a él, a lo que cerré mis ojos con fuerza.

"Pequeña, deberías entender tú lugar aquí." Respiré con fuerza y traté de mantener la compostura, pero era inútil, quería correr, quería escapar, quería salir de su toque. "Tú eres la presa y yo él cazador."

"¿Y sabes qué?."

"Ya te atrapé."

Su voz sonaba más distorsionada de lo normal, muy dura, dominante. Su forma humana lentamente cambiaba, se estaba transformando ese mounstro. Estaba convirtiéndose en él cazador a punto de devorarme, tal como lo a hecho con tantos. Por un momento lo acepte, estaba cansada de todo.

Pero las cosas dieron un giro inesperado, cuando simplemente de golpe choque contra la pared, produciendo que me desmayara de inmediato y perdiendo el conocimiento sin saber lo que me depararía este mounstro.

(...)

"Mmm, ¿creés que todavía esté con vida?."

"Cuando la encontré todavía estaba respirando."

"Eso es buena señal, pero no sé ha despertado durante un día entero."

"Silencio, creó que se está moviendo."

Escuché unas voces a lo lejos mientras recuperaba la conciencia lentamente, mis ojos y a duras penas podían abrirse por si solos, mi cuerpo comenzó a removerse con incomodidad en la superficie en la que descansaba. Estaba echa pedazos, literalmente.

"¿Te encuentras bien?." Una vez abrí un poco mis ojos, me encontré con un hombre que mis ojos ya conocían.

Angus.

"Oye, con cuidado." Susurró. Mi cabeza daba vueltas y estaba recuperando la vista, sin embargo, mi cuerpo estaba terriblemente fatigado.

"Gracias." Susurré también. Aún estaba confundida pero decidí sentarme en la cama en la que estaba, mi vista rápidamente divagó por todos los lugares de la habitación en la me encontraba, hasta que se quedaron fijos en la otra persona que me acompañaba además de Angus.

Era Francis.

Espera, ¿FRANCIS?.

Empecé a gritar con pánico, estaba asustada nuevamente y mis ojos rápidamente se dirigieron al rostro asustado y sorprendido de Angus. Mi cuerpo entró en adrenalina rápidamente y quise levantarme, pero debido a la excesiva fatiga, y sin mucho más, caí al suelo patéticamente, a lo que grité otra vez, pero está vez de dolor.

Sin mediar palabras Francis se acercó a mi sin dudarlo, a lo que yo me aparté y comencé a arrastrarme por el suelo, confundiendo a ambos hombres en la habitación. Mi respiración no podía calmarse por si sola y mi temblores volvieron, pero está vez, se habían triplicado y eran insoportables, como si fuera a vomitar en algún momento y mi mente quisiera ponerme en alerta, sin dejarme pensar con claridad. Estaba pasando por una crisis.

"Francis."

"¿Mmm?."

"Sal de aquí."

No escuché ninguna otra voz como respuesta, solo el sonido de la puerta cerrandose con seguro y un silencio sepulcral le siguió a eso. Yo no podía concentrarme, estaba tirada en el suelo sin poder moverme, otra vez adquirí esa posición fetal y mantuve mis ojos en un lugar ciego en el suelo, aún que no pude evitar sentir como Angus se acercaba a dónde estaba yo, con sumo cuidado.

"Hey..." Hablo en voz baja. "Tranquila, no te haremos daño." Se sentó en la cama, sin hacer mucho ruido, dándome espacio. "Francis quiere ayudarte, él fue él que te encontró." Empezó a relatar. "Me dijo que cuando volvía de trabajar estabas llena de sangre y desmayada en la portería. Entró en pánico y me llamó a mi, no sabíamos bien que hacer y te trajimos hasta aquí." Hizo una pausa para mirarme, y se alivió al ver que le prestaba atención. "Te estuvo cuidando, no fue a trabajar por ti. Yo tuve que hacerlo, pero igualmente estuve pendiente por si despertabas, asi que me alegro que estés bien." Expresó con un tono alegre. "Necesitamos que estés tranquila, queremos ayudarte."

Mi respiración descendió, escuché con atención sus palabras y poco a poco levanté mi cabeza, solo me mantuve mirándolo en silencio, pero Angus estuvo tranquilo en todo momento, él parecía esperar pacientemente mis palabras, pero estaba asustada y confundida. Pronto se acercó a mi, está vez para ayudarme a levantarme a lo que accedí, no pude decir nada, pero él pareció entender.

Me ayudó a acostarme con cuidado de nuevo en la cama, y por un momento pareció titubear como si tratará de decirme algo, parecía algo serio y preocupado, pero al final no dijo nada y se fue, y yo solo me quedé allí pensando, sin hacer nada más.

Pensando que había un Francis allí afuera, y yo estaba paralizada de miedo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 02 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Doppelganger | Francis Mosses (Milkman)Where stories live. Discover now