Inoportuno.

6.6K 740 231
                                    

Últimamente tuve una extraña y perturbadora sensación de sentirme observada a medida que pasaban los días, estaba segura que no era la paranoia o el efecto secundario de las pastillas que tomaba para el insomnio. Algo estaba ahí, en la oscuridad, observandome a detalle.

Sorprendentemente complete una semana entera sin morir en el intento, pero no lo ví a él. Él no estaba ahí, y empecé a preguntarme porqué.

¿Él era la razón por la cuál me sentía perseguida?.

Pensé que era más lógico pensar que el estar entre cuatro paredes durante gran parte de mi día afecto mi percepción de muchas cosas. Pero a su vez, las cosas también se tornaban demasiado extrañas, más de lo normal.

Pude haber visto muchas mutaciones desagradables y seres completamente empapados de sangre. A veces algunos portaban una sonrisa mientras me mostraban sus identificaciones, pero sus caras estaban tan deformadas que era difícil decifrar quiénes serían a simple vista. Algunos músculos y carne expuesta, piel podrida y un olor putrido.

Eran cadáveres que caminaban. Asquerosos, mal vistos.

Tal vez ese conjunto de experiencias no fue suficiente para prepararme a lo que estaba a punto de recibir en mi entrada de portería. Era estúpido, pero cuando lo abrí, mis ojos lentamente examinaron cada detalle. Irónicamente, una caja adornada de listones rojos y un gran moño en el medio, estaban manchados de sangre seca y un olor fuerte y metálico ocupaba mis fosas nasales.

¿Quién mierda pensó que era tierno enviarme una cabeza humana dentro de una caja de regalos?.

Mis labios se cerraron e intenté disimular mi mejor sonrisa ante la siguiente persona que estaba llegando. Mis ojos picaron y por alguna razón, sentí la necesidad de saltar de mi asiento y esconderme debajo del escritorio, mientras trataba de no querer abandonar mi propia piel. Esto era una broma de mal gusto.

¿Qué tanto podría hacer un Doppelganger realmente?.

Me pareció escalofriante recibir un regalo. Según toda mi perturbadora experiencia, estás cosas no eran capaces de ni si quiera escribir o formular una frase correctamente, pero una idea se cruzó entre pequeños destellos de lo que podría apuntar al culpable de todo esto.

Pero estaba aterrada de si quiera pensarlo, o recordar su rostro convirtiéndose en una masa amorfa, una imitación de humano, que pareció más avanzado y conciente.

O estaba demasiado ocupada tratando de no pensarlo.

"Tenga buena tarde, Angus." Susurré una vez se fue, ya ni siquiera me corregía para hablar con algunos vecinos. Me sentía muy sola y agobiada, cada vez que veía el vidrio solo esperaba no ver una recreación de película de terror en frente mío. Quizás era mucho pedir en este caso.

Había guardado la caja cuidadosamente bajo mi escritorio, obviamente no quería que ningún inquilino la viera. Pero también tenía mucha incertidumbre por la situación tan llamativa, quizás estaba en una situación vulnerable ahora, porqué hubo otro detalle aterrador.

Dejaron el regalo en la puerta de entrada dónde entro a la portería. ¿El problema?, esa puerta está dentro del edificio.

Mis dedos delinearon los listones y mi mirada permanecía baja tomando el regalo entre mis manos una vez más, mirando el objeto con un sentimiento amargo en mi pecho. Me aseguré que no se viera a simple vista lo que estaba sosteniendo concretamente con mis manos, pero me di cuenta que muchos residentes preferían ignorar mi cara pálida y mi comportamiento menos animado de lo usual. Lo cual comprendí perfectamente, ¿quién querría preocuparse por otra persona en el tipo de mundo en el qué estamos?.

No supe cuánto tiempo pasó, pero supuse que disocie demasiado al notar algo de reojo, una sombra acercándose y posteriormente, presentándose delante de mi. Mi cara se mantuvo sería e inexpresiva, pero una sonrisa conocida se asomó por la ventanilla.

Ese maldito, sabía que él pobre hombre no tenía culpa de nada, pero su Doppelganger...

"Mmm, hola señorita." Remarcó esto último.

¿Qué?.

"Identificación y solicitud de ingreso." Espete con la voz entrecortada, los nervios estaban a flote y tuve una sensación extraña.

Era la misma que sentí cuando pensé que estaba siendo observada.

Me sorprendí cuando él hombre no hizo caso a mis pedidos y solamente se quedó allí, apoyado sobre la madera de arobe. Lo miré como si estuviera loco pero no me hizo caso, estaba completamente en silencio mientras me miraba con detalle. Era escabrosamente atentó a cada una de mis expresiones y movimientos, otra vez parecía divertirse por mis reacciones tan humanas.

Él era un extraño y una pesadilla a su vez, pero no lo entendí hasta ese momento y su acercamiento ocasionalmente extraño, rozando lo vulgar, como si estuviera tratando de hacer más de lo que Doppelganger haría.

"No te veo muy feliz."

"¿No te gusta que te regalen cosas?."

Rápidamente me levanté de mi asiento y él solo pareció sorprenderse por mi acción, a lo qué rápidamente levantó sus manos en señal de inocencia, como si estuviera tratando de calmarme. No dude en acercarme al botón rojo, estaba preparada para apretarlo nuevamente como si mi vida dependiera de ello, como hice tantas veces.

"¡Espera!."

Le escuché gritar con desesperación pero era muy tarde, la coraza hizo aparición y las fuertes luces intermitentes se presentaron por todos lados. Otra vez estaba bajó presión y se me dificultaba prestar atención a mi alrededor, pero mientras marcaba al 3312, pude escucharlo maldecir fuertemente.

"Maldita, la próxima será tu cabeza la que estará en esa caja." Los golpes retumbaban y mi cuerpo inmediatamente retrocedió por los gritos, mis ojos abiertos no daban crédito a lo que estaba escuchando. "¡ERES UNA PUTA DESAGRADECIDA!"

Rápidamente mis cuencas no pudieron retener el agua salada que salía de mis lagrimales, mi respiración se agitó fuertemente y solo me detuve una vez choque con una pared, agachandome lentamente mientras ocultaba mi cara entre mis brazos y me sentaba con mis piernas juntas. De alguna manera estaba tratando de protegerme, pero sabía que era inútil.

¿Que era lo mejor que podía hacer además de llorar y rezar para qué la cara de Francis en un Doppelganger, me dejará en paz?.

Doppelganger | Francis Mosses (Milkman)Where stories live. Discover now