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Ya llevabas tiempo acudiendo a la academia de teatro, casi cumplías el año estudiando actuación. Tenías bastantes amigos en la academia que acudían a los mismos talleres que tú y entre ellos estaba tu reciente mejor amigo, Santi Vaca. Santi era un dulce, cada que podía te llevaba regalos y hoy no era la excepción.
Aunque, no todo podía ser perfecto; últimamente estabas teniendo demasiados problemas con tu nuevo profesor, Esteban. Esteban siempre era cruel contigo, casi nunca te ponía las actividades completas y siempre criticaba tu manera de actuar, cuando estabas cerca de Santi todo el tiempo te separaba de él y regañaba a ambos por no prestar suficiente atención.
El día de hoy no iba a ser la excepción, Esteban vió desde lejos que Santi te había traído flores y puso mala cara. Al llegar al salón, optó por tener una actitud más estricta y agresiva de lo normal con todos pero más contigo, muchísimo más. Las bellas rosas blancas que te había traído Santi habían sido apartadas de tu escritorio ya que Kukuriczka las había quitado y las había puesto en el suyo, con la excusa de que "Eran una distracción para todos."
Estuvieron actuando para la próxima obra por un largo rato hasta que llegó la hora de irse, pero, sorpresivamente el profesor Esteban dirigió toda su atención a tu persona. —Pardella, vos te quedas. Necesito hablar algunas cosas seriamente del taller.— Mencionó al ver que ya te ibas, Santi te deseó suerte y te dejó un beso en tu frente, un beso de suerte.
