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Trague saliva con dificultad.

Cuando Johan dirige su mirada  analizandome de arriba y abajo.

Que incómodo.

— Le queda perfecto— dijo sonriendome delicadamente al ver la ropa que tenía puesta. — Sientese. — Señaló con su mirada la mesa dando entender que me sentara.

Le hice caso y me senté al frente de él y dirigí mi ojos  al desayuno que tenía enfrente de mi, me quede  tensa no me atrevía a comerlo aunque por más hambrienta que esté,  no sería capaz de poner eso en mi boca, miré discretamente a Johan quien estaba tranquilo bebiendo de su café hasta que se detuvo y habló suavemente.

—¿Creé que le puse algo a la comida?

Me sobresalté cuando dijo eso y respire hondo intentando mantener la calma debido la tensión pesada entre nosotros y alce la mirada completamente seria.

— Si, tal vez es porque desconfió de ti, Johan— le hablé honesta, en verdad no me fiaba de él era obvio por todo lo que ha sucedido ¿Como puedo confiar en él si yo vi con mis propios ojos lo que es capaz de hacer?

Él solo suspiró y me sonrió por lo que que alce una ceja incrédula, otra vez se está burlando de mi.

— Es muy honesta , querida— un escalofrío por toda mi espina dorsal me dió al escuchar ese apodo de una manera afectuosa sin embargo sabía que lo hacía por un propósito.— pero no sería capaz de ponerle algo a su comida menos si usted tiene hambre.

Yo solo me quedé en silencio, completamente tensa por tenerlo cerca y sus ojos puestos en mi con mucha atención esperando que comiera.
No sabía que hacer con esta presión que me ejercía con aquella mirada oscura.
Mi cuerpo empezó a temblar cuando mi mente me gritó que le obedeciera que no pusiera resistencia.

Moví mi mano insegura al tenedor sujetándola y dirigiendola al plato con la comida pero al sacar un poco de esta me temblaba la mano tanto que se cayó un poco de restos en la mesa, pensando en el error que cometí le miré con miedo.

— Adelante— Habló él esperando que siguiera sin importarle el desastre que había echo.

Ahora se estaba preguntando si en verdad tenía hambre ya que con el miedo dejó de tener la sensación de comer desesperadamente y ahora que tenía ese plato al frente de ella hacía que su estomago se removiera de los nervios casi llegando las ganas de vomitar. Pero lo único que le iba a salir de su garganta era el bilis que hiba expulsar su estomago.

Apretó sus labios con desesperación.

Quería llorar.

No quería estar aquí, sentía que cada vez más se hundía sobre el abismo asfixiandola por completo pero el mismo abismo tenía nombre.

Johan.

El mismo demonio.

Abrí mis labios forzadamente cuando acerqué el tenedor a mi boca por completo cuando el alimento ingresó, y ahora viene lo peor, fue cuando intenté ingerirlo, no podía, asi que empecé a tragarme aquel alimento violentamente hasta casi ahogarme.

Empecé a toser.

Intenté calmarme tratando de regular mi respiración.

Ya calmada alce lentamente mis ojos encontrándome con los suyos y temí.

— Siga comiendo— me dejó dislocada, aún más..cuando......Él.....

Lo estaba disfrutando.

Evil Monster† Johan LiebertWhere stories live. Discover now