—Escúchenme, anoche vi a tu padre besar a mi madre.—Jimin parecía conmocionado luego de sorprender a los adultos a las altas horas de la madrugada.
Por el contrario, Jungkook no parecía importarle mucho a comparación de Inju, quien ya se encontraba fantaseando con la posible nueva pareja.
—Dime Jung, a qué hora nació tu padre y qué día.—Inju esperaba impaciente por la respuesta del chiquillo mientras miraba su móvil con interés.
—No voy a decírtelo, como por qué querrías saberlo.
—Es para saber qué tan compatibles son nuestros padres.
—¡Estás loca!—Jimin reprochó irritado de que sus acompañantes no se lo tomaran en serio.
—Más bien, creo que los dos están locos. Es completamente normal que dos adultos salgan y hagan cosas de gente de su edad, si no mal recuerdo, ambos se divorciaron poco más de seis meses.
—¿Quieres que te recuerde las circunstancias?—Jimin volvió a contradecir, sin embargo, a Jungkook, ni mucho menos a Inju les hacía escándalo, al final, tenían mucho en común.
—Puede que tengas razón, pero Jungkook tampoco está equivocado, son adultos y sabrán sus razones, además, el señor Jeon es muy apuesto, y mamá es guapísima ¿No es de envidiar una pareja así?
—Lo único que me preocupa, es el hecho de tener que juntarme con ustedes.—Jungkook dijo mientras se acostaba sobre el pasto del club campestre al que asistían casi todos los días para pasar el rato.—Ustedes son muy molestos, Inju no deja de hablar todo el tiempo y tú no dejas de ser impulsivo. Que pecados estará pagando la señora Park, es un ángel a lado de ustedes.—Jungkook se sinceró con el par de hermanos.
—Dime la razón por la que aún así no te alejas de nosotros.—Inju confesó.—Eres aburrido Jung.
Entonces, la chiquilla también replicó las acciones de Jungkook recostándose sobre el pasto mientras cerraba los ojos, y en su momento como toda soñadora creaba escenarios imaginarios sobre sus padres.
Pero lejos de eso, la idea de pasar más tiempo cerca de Jungkook le emocionaba. Porque Jungkook era el príncipe azul de su cuento de hadas. Y con mucha cautela por el rabillo de su ojo observó al chiquillo que al parecer se había quedado dormido.
En cambio, a Jimin no le agradaba mucho la idea de convivir con la familia Jeon, hasta donde tenía conciencia de su entorno, Jungkook siempre le pareció arrogante, y demasiado tonto a la vez.
—Tienen que estar desequilibrados.—Jimin bufó entre dientes mientras imitaba la acción de los otros dos chicos, siendo ahora tres críos bajo el inmenso roble que parecía arroparlos en medio de una crisis familiar.—Los adultos son tan estúpidos.—Jimin pensó.
Aún así, la insolencia de Jimin, la chispa vivaz de Inju y la madurez de Jungkook no era impedimento para que los tres siguiesen involucrándose con el pasar del tiempo.
Lo supieron cuando el par de adultos anunciaron su compromiso de forma aleatoria a los tres adolescentes, si bien, la idea de verlos juntos no era tan mala, sin embargo, jamás pensaron que fueran tan lejos.
Después de salir por un par de meses, la situación de Seongsu y Ahmi no solo se volvió un tórrido romance, sino también una relación altamente comercial.
Para Seongsu y Ahmi fue todo un reto hablar con tres adolescentes sobre las decisiones que estaban tomando, por qué si bien, dos de ellos se negaron rotundamente a la idea.
Jimin y Jungkook se levantaron de la mesa como dos torbellinos, y la respuesta fue exactamente la que los dos adultos podían esperar.
