La historia trata de una escritora qué se hace famosa por un golpe de suerte y un buen descubrimiento de parte del editorial, su nombre Sarocha Chankimha una mujer muy diferente al resto.
Mientras que en otra ciudad se encuentra Rebecca Armstrong e...
IRIN: - Eso pasa porque no están juntas, cuando hablan es por llamada, esperate a que estén frente a frente, ¿estás depilada? Jajajaja(soltó una carcajada)
REBECCA: - Eres tan tonta algunas veces, te pones pesada (la golpee con un cojín en la cara)
Me había hecho dudar si tenía que estar completamente lista, bueno no sabíamos que cosa podríamos hacer estando solas y por los últimos acontecimientos debía pensarmelo dos veces, asi que Irin me ayudo a preparar todo aquí en mi departamento, fuimos por los postres y el vino, además el arreglo de flores que dejaríamos en la habitación de ella, nos dirigimos a la mansión de mi abuelo, lo salude y acordamos qué hoy descansarían las señoritas Chankimha e iniciaríamos con el trabajo el día de mañana a primera hora, me puse una falta corta blusa sin mangas pero con un cardigan encima, era casual para recibirla, pero mañana que inicie el trabajo si tendré que ir más formal
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Estando en la mansión con mi abuelo, nos indicaron que las Chankimha llegaron, mis manos sudaban y me sentía nerviosa, las dejaron entrar y ahi estaban ellas, guapas sin duda Nam entraba tomada del brazo de Sarocha, una linda imagen de una buena unión.
ARNOLD: - Sean bienvenidas a mi casa, un gusto saludarlas ¿qué tal el viaje? (les extendió la mano)
NAM: - Estuvo bien, gracias a su amabilidad nos fue perfecto, muy cómodo todo (le hizo reverencia)
SAROCHA: - Asi es señor Arnold, un gusto verlos nuevamente, (también nos hizo reverencia y se acercó a darme un beso) la palabra hermosa se queda tan corta a comparación de como luces (susurro en mi oído)
REBECCA: - Mu.. Muchas gracias, tu también luces muy bien... (la forma en la que me veía me ponía nerviosa, esos ojos de seriedad qué ponía podían hacer qué cometiera alguna locura)
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Pasamos a la sala en lo que servían la comida y cada vez que teniamos oportunidad nos volteabamos a ver sin decir nada con la mirada nos comíamos el alma, mi abuelo se encargo de explicar todo lo que se haría en la semana hasta que me dio la palabra para indicar como trabajaríamos
REBECCA: - Mañana yo las veré a las 8am en la editorial, les presentaré a las personas encargadas de capacitarlas e instruirlas más en la industria literaria y editora, me comento mi abuelo qué deseas prestar tu segundo libro para la editorial Armstrong y de verdad es un honor qué lo consideres, esperamos poder llenar sus espectativas para que así sea (me sentía nerviosa porque los ojos de Sarocha me miraban a los labios y asentía en casa cosa que le decía)
ARNOLD: - Que orgullo que seas mi nieta, asi se habla princesa. (me tomo de la mano con gran afecto)
NAM: - Se que mi hermana se ha quedado sin palabras, pero yo puedo decirle que estamos muy cómodas con trabajar con personas tan profesionales como ustedes y su nieta estoy segura llegará a ser igual de buena qué usted
SAROCHA: - En eso no estoy tan de acuerdo hermana, si me lo permite señor Armstrong, su nieta puede llegar a superarlo si se lo propone, tiene todo para ser una de las mejores críticas (nos hizo reverencia)
Me dejo sin palabras, se había atrevido a decir eso frente a mi abuelo, frente al crítico más temido del medio literario, Nam solo abrió los ojos grande y miro a mi abuelo, yo quería lanzarme a los brazos de ella y besarla, me provocó tanta ternura
NAM: - Sarocha, no seas grosera (le llamo la atención)
SAROCHA: - Lo siento hermana, tenía que ser honesta...
ARNOLD: - No, déjela ella debe de admirar mucho a mi nieta y tener un valor muy grande para poder decir eso justo en mi cara (le extendió la mano y Sarocha se puso de pie haciéndole reverencia) me agradas Sarocha, me agradas...
Pasamos al comedor y continuamos conociendo la experiencia que ellas traían, Nam parecía saber demasiado, nos comentaron que estaban terminando la preparatoria en línea y tomando la decisión de que carrera técnica empezar, me parecía admirable qué personas con poca entrada en el tema fueran tan capaces de avanzar hasta donde estaban, sin duda serian mucho mejores de lo que ya son, entre más pasa a el tiempo me sentí más ansiosa, mi abuelo se despidió y le pidió a las chicas que lo ayudaban en la casa que les indicaran sus habitaciones, Sarocha y yo nos habíamos puesto de acuerdo para vernos por la noche en mi departamento, me fui algo emocionada.
