2.-Un ratero

134 13 63
                                    

La admiración por un personaje ficticio podía llegar a ser tan fuerte como para transformarse en un crush.
Kakashi sabía que si Obito existiera en su realidad podían llegar a tener una relación linda e inestable.

—Y es por eso que Obito y yo podríamos tener una discusión por elegir los ingredientes de la pizza. — Dijo Kakashi con una postura recta y las manos entrelazadas descansando sobre la mesa. 

Rin, que se había autoinvitado a cenar, se limitó a suspirar. Estaba aburrida, desde que llegó Kakashi lo único que hizo fue hablar de Obito, solo cortó el tema cuando pidió la pizza.

Por Kami-sama, necesitaba más fuerzas para soportar otra hora del parloteo de Kakashi en torno al loquito de Obito.
Pero valía la pena si había comida de por medio, además de tareas que copiar. Solo estaba ahí por la pizza y el buen internet.

—Kakashi, solo te pregunté si te ibas a comer la última rebanada de pizza. — Espetó Rin con voz cansada. — ¿Sabes? Mejor me voy a mi casa.

La joven se puso de pie en busca de su bolso mientras que Kakashi creaba un gesto de disgusto. Nadie entendería su inmensa necesidad de meter a Obito en todas las conversaciones que podía tener.

Su vida dependía de hacerles saber a todos lo mucho que amaba a Obito. Es más, hasta el loquito de la cuadra sabía de su shipp con Obito y podía asegurar que él era su mayor fan.

—Perdón, pero es la más humilde necesidad que tengo. — Contradijo mientras recogía los platos. — ¿Crees que en alguna realidad él y yo tengamos un departamento? Ya sabes, ser como una linda pareja de recién casados.

Rin murmuró un par de maldiciones antes de girarse hacía Kakashi con un gesto de completo fastidio.

—Un día de estos te voy a llevar al psiquiatra. — Amenazó tomándolo de la camisa. — ¿Acaso existe algo que te haga no hablar de Obito?

Kakashi entrecerró los ojos y le sostuvo la mirada asesina que la joven le daba.
Le fascinaba fastidiar a Rin.

—Mi estimada, ¿aún crees que hay algo que no me recuerda a Obito y me detenga a hablar de él? — Sonrió burlón mientras se dejaba sacudir por su amiga. — Si Obito existiera, seguro que me ayudaría a fastidiarte.

De pronto la riña se detuvo pues se escuchó un ruido sordo proveniente del cuarto que Kakashi había asignado para uso exclusivo de toda su mercancía de Obito. Podía considerarse un santuario exclusivo, digno para alabar a tan atractivo villano.

—¡Es un ratero! —Rin se aferró del brazo de Kakashi. —¡Un ratero se metió a la casa y seguro se asustó por ver esa figura de tamaño mediano de Obito sin camisa! — Añadió creando escenarios catastróficos en su mente.

No culpaba al ratero si al final decidía saltar de la ventana luego de ver esa habitación dedicada a un personaje ficticio.

Aún no sabía cómo es que Sakumo accedía a financiar los caprichos tan exagerados que Kakashi solía generar. Todo tenía un límite y al parecer Kakashi aún no lo conocía.

—Deja de tirarle hate a Obito. — Se quitó a la chica del brazo y avanzó hasta la habitación. — Seguro que algo debió de caerse. — Murmuró ciertamente inseguro.

No podía negarlo, sentía miedo de lo que podía encontrarse detrás de esa puerta. ¿Y si realmente había un ratero? Nah, era estúpido.

¿Qué ratero tendría las ganas de subir por las escaleras de emergencia para robar en un departamento? Era simplemente tonto de imaginar. Pero luego hay cada hambreado, así que dejaría en el aire esa posibilidad.

Kakashi tomó la perilla y miró de reojo a su amiga que se encontraba empuñando un sartén como si su vida dependiera de ello.

Tenían la bendición de Diosito y a una experta en el dominio del sartén, nada malo les podía pasar a él y a toda su mercancía de Obito... ¡Ah! Y Rin también estaría libre de algún peligro considerando que ella sería la que daría los sartenazos.

Fanático [KakaObi]Where stories live. Discover now