En La Oscuridad De La Noche

Un nuevo comienzo

—¿Tú debe ser el nuevo vecino? —

—Eh sí —

—Mucho gusto me llamó Clovis y tú? —

—Eneko —

—Peculiar nombre, te digo que yo vivo aquí con 4 chicos más, son mis mejores amigos, si te molestamos o necesitas ayuda solo tienes que tocar la puerta —

—Ok, gracias —

—No vemos luego —Tomó el pica porte y entró.

Veo todo amueblado y limpio

• Mi tío se esmeró en esto

Las paredes son blancas, mueble  beige, cocina de concepto abierto con una isla, al abrir los gabinetes están lleno de comida, mucho electrodomésticos, un comedor y la nevera está lleno de comida.

• Se ocupó y preocupó por todos los detalles de este nuevo departamento hasta tienes lámparas, alfombras y cuadros...

Es un pequeño cuarto está una lavadora, al lado el baño de invitados, una hermosa vista acompañada de un gran ventana que lleva al balcón.

Me queda un momento mirando desde allí todos los muebles, siento el aire y veo los edificios que reflejan el sol sobre ellos

Entro nuevamente y lo único que queda por ver es mi habitación abro la puerta y veo de frente la cama la cual está acompañada de Júpiter mi fantasma guía o como a veces le digo mi ángel de la guarda, él cual no habla.

—Muchas personas dirían que es perturbador ver tu cara. Ya se que voy a estudiar en la universidad pero no sé a dónde voy a trabajar, así que por favor guíame un buen lugar —

Conocí a Júpiter en el hospital, al principio lo veía con un visaje, al tiempo como una sombra y luego como una persona, no habla y no sé lo que es o cómo fue antes. Parece como una sonrisa pero en sus ojos se ve melancolía. Al parecer fue un paciente hace ya mucho tiemno, antes que estuviera Harry, cuando él entró a trabajar lo veía caminar por el jardín y dice su expediente que murió a plena luz del día, nadie sabe cómo o porque su alma se quedó pero se hizo mi amigo aun qué no se porque me eligió, no sé de qué se alimenta al principio pensé que era por la tristeza de los demás pero aún así sigo conmigo es mi fantasma amigo.

Se levanta y salta por la ventana como la primera vez que lo conocí pero ahora ya no me afecta.

La habitación es azul, con cortinas blancas y algunas cosas de mi niñez mi patineta mi bate de béisbol y peluches, Observa el clóset y está vacío el baño blanco con lo común.

Escucho dos golpes, volteo y Júpiter me muestra una bolsa pequeña con dinero.

—No compraré ropa es suficiente con la que tengo en el bolso — el cual coloco en la cama. — y el dinero lo voy a ahorrar, por ahora sólo descansare —se quita los zapatos y se deja caer a la cama

Sueños

Siglo XIX

Una hermosa chica con un gran vestido de la realeza y un chico joven de armadura, ella se ha serca de él y le quita el casco para darle un beso en la mejilla.

Egipto 40 años a.c

Una reina sentado en un trono de oro ve a un joven que se arrodillada ante sus pies y ella con un movimiento de su mano, sin decir nada hace que sus sirvientas se retiren, el chico se coloca de pie.

En un momento no determinado

Una chica y chico están dentro de una casa al pie de una escalera mirándose alegres, él le da la mano y ella la toma, ambos se dirigen a una puerta brillante.

Despierta y esta todo oscuro

Ya era de noche y tenía hambre, miro a mi alrededor con un dolor en el pecho, voy al baño y me hecho un poco de agua en el rostro.

—Júpiter te dejó a cargo —

Salgo del departamento y cierro la puerta en búsqueda de un sitio dónde comer y familiarme con la zona.

• Algunas veces sueño con una chica y siento la sensación de vacío como si algo me faltará, tal vez esa chica la conocí en mis vidas pasadas.. No que tonterías.

Salgo de mis pensamientos por una voz ronca que me dice:

—Hola —al voltear no vea a nadie.

• Mierda otra vez..

Fingo como si nada

—Ya te delataste, se que me puedes escuchar, no quieras engañarme — exhalo de frustración.

—Dime tu nombre y que quieres —

—Me llamó Aramis —

Al decir su nombre escucho susurro de otras personas pidiendo ayuda.

Bajo las escaleras mientras habló con él:—¿Dónde estás? —

—Estoy cerca de ti pero mi cuerpo está en otro lugar, necesito que resuelvas mi muerte —

— Vete y déjame en paz, no te voy a ayudar —

La última vez que ayudé a un espíritu me adentró a lo oscuro del bosque y encontré su cuerpo contando de un árbol.

Al salir de la escalera veo a Clovis con unos chicos bajar del ascensor.

Hola Eneko ¿Cómo estás? Él es nuestro nuevo vecino, ellos son —muestra con su mano a cada uno.—Bastián, Brandon, Roman y Adriano mis compañeros de departamento —

—Chico nuevo ¿te gustaría salir a comer con nosotros? — enuncia Brandon.

Tal vez puedo hacerlo de mis amigos.

Respondo:—Sí por supuesto y muchas gracias —Salimos del edificio y caminamos unas cuantas cuadras mientras me enseñan la zona, llegamos a un camión de comida y todos pedimos hamburguesas con una bebidas, fui a pagar lo mío y dice:

Roman:—No déjalo así Bastián perdió una apuesta y tiene que pagar por todos, sabes que pidamos otra cosa más —Los chicos se ríen y otra de hacer lo mismo.

Nos sentamos en una mesa a comer lo pedido mientras entablamos una conversación

Adriano:—Eneko es un nombre peculiar de dónde eres? —

—Soy de aquí mismo pero mis padres le gusto ese nombre —

—Mi familia es de Italia, Lazio. Clovis es de Cleveland, Román es de Venecia.. —interrumpe Bastián

—Yo soy de Alabama con mi hermano Brandon, estás en la universidad? —

—Si, voy a entrar en unas semanas —

Clovis:—Que vas a estudiar? —

—Contaduría para complacer a mis padres pero me gusta la arquitectura —

Bastian:—Te comprendemos pero es mejor hacer lo que te gusta a vivir frustrado —

Román:—Hazle caso esta en psicología —se ríen pero de repente escucho las voces de muchas personas decir palabras sin sentido:— "Accidente, la chica, muerta, Aramis, hermanos, muerte, muerte, muerte" —se repetí una y otra vez y escucho a una chica pedir ayuda. Me levanto de golpe haciendo que los chicos me miren desconcentrados.

—Chicos discúlpenme tengo que ir por mi.. Teléfono lo deje en el departamento. —

Román:—No vas a terminar tu comida? —

—No, nos vemos luego —

Brandon:—Yo también correría por mi teléfono —

Clovis:—Tranquilo entendemos, hasta luego —

Salgo caminando y cuando observo que no me ven corro.

Por alguna razón me altere mucho, me cuesta respirar bien y controlarme

—Júpiter, Júpiter, Júpiter —digo con dificultad —Ven a mí, te necesito —no lo veo, ni lo escucho, ni siquiera siento su presencia y solo puedo pensar que el tal Aramis tiene algo que ver.