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Es hora de irnos —habló el mayor mientras se alejaba un poco para tomar sus cosas

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Es hora de irnos —habló el mayor mientras se alejaba un poco para tomar sus cosas.

Rachel sonrió de lado en el mismo lugar donde Severus la había dejado, para ella todo esto era hasta cierto punto irreal.

—Antes de irnos creo que deberíamos hablar sobre algo —menciono nuevamente Severus—, cuando estemos en Hogsmeade actuaremos como lo que se supone que somos... no pueden vernos demostrando cariño o causaremos problemas.

El rostro de la menor dejo de ser uno feliz a uno un poco serio, sabía que Sev tenía razón pero por extraño que pareciera ella no quería ocultar nada aunque tampoco le encantaba la idea de gritarlo a los cuatro vientos.

—Esta bien, yo seré solo su dulce alumna —parpadeo dos veces y sonrió mostrando los dientes.

—No tengo idea de como contener el querer besarte...

—Facil, cuando me veas tu solo dices: “Los elotes no tienen maiz, los elotes no tienen maiz"

Severus no pudo evitar reír ante la tontería que acababa de escuchar. Se acercó a la puerta aún con un poco de risa y desde ese lugar le hizo un ademán a Rachel para que salieran y así lo hizo.

Caminaban por los pasillos silenciosos y algunos unos poco fríos. Los dos iban a la par tanto que por momentos sus manos chocaban hasta el punto que se las tomaron y caminaron así por lo que faltaba hasta llegar al comedor donde ya había una que otra alma rondando.

—Regreso en un momento, necesito ir por algunas cosas.

Rachel se quedó sentada en el gran comedor mientras esperaba a que Snape llegara, ahí se quedó aproximadamente dos minutos hasta que sintió como un peso en su hombro se hizo presente haciendo que se exaltará.

—La última vez me dejaste confundido —cuchicheo Remus mientras la soltaba para sentar se al lado de ella—y me preocupa, te veías nerviosa.

—Profesor —lo nombró mientras trataba que su corazón regresará a la normalidad—, no se aflija por eso, solo era algo "interno" que debia arregla.

—¿No tiene nada que ver con Severus, cierto?

Se sorprendió internamente ante su suposición pero fingió dar por alto con un gesto de confusión—No, claro que no, ¿Por qué tendría algo que ver con el?

—Porque viene directo hacia acá y me está mirando feo, quizás...

Giró su vista y logro divisar a la distancia esa túnica negra, caminaba a paso rápido y en su rostro no declaraba amor y ternura.

—Por Merlin... —balbuceo el pelirrojo mientras no dejaba de mirar a Snape—pareciese que está enojado.

—Buenos días, Lupin —fue lo primero que se escuchó salir de Severus apenas llegó.

Pequeño secreto | Teacher × StudentOnde as histórias ganham vida. Descobre agora