Capítulo 3

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A Beomgyu le estacaba cocinar. Le encantaba hacer postres y diferentes platillos para que todos sus allegados lo prueben; amaba cómo las personas amaban su cocina. Es por eso que, desde que entró a la universidad, se había inscrito en el taller de cocina y había aprendido demasiadas cosas nuevas.

Miró orgulloso el delicioso postre de tiramisu que había hecho, tomando dos porciones para llevársela a su hermano y a Yeonjun. Sabía que ambos tenían una clase juntos en menos de veinte minutos, así que, apresurando su paso para poder llegar a ellos, tomó sus cosas y salió rápidamente de la cocina con dos postres en sus manos.

Sonreía feliz mientras divisó el edificio de la facultad de derecho, tomando el camino que lo llevaba hasta el salón de sus hyungs.

Al estar cerca del salón, el fuerte olor a musgo hizo que su interior se revolviera, ampliando aún más su hermosa sonrisa. Al estar justo en la puerta abierta, tocó esta para llamar la atención de los que estaban allí dentro. Pudo ver a su hermoso Yeonjun reunido con un grupo de alfas y betas que jamás había visto. Sus orejas adquirieron un suave tono rosado mientras se adentraba tímidamente teniendo las miradas sobre él.

—H-Hola, Yeonjun hyung— Saludó cuando llegó a su lado. El alfa estaba sentando en la mesa haciéndolo ver más atractivo de lo que ya era. Sus ojos alargados y oscuros lo miraron fijamente sin expresión alguna, volteándose en su lugar ya que estaba dando la espalda a la entrada.

—Hola— Un movimiento de cabeza fue necesario para hacer que Beomgyu se colocara aún más nervioso.

El omega miró alrededor notando todos los ojos puestos en él— ¿Mi hermano no está aquí?— Preguntó cuando no lo encontró por ningún lado del salón.

—Fue a buscar un trabajo— La corta respuesta de Yeonjun lo hizo asentir mientras hacía un puchero involuntario.

—Oh— Contestó— Bueno, estaba en el taller de cocina justo ahora e hice un postre para compartirlo con usted y mi hermano— Le tendió uno de los postres a Yeonjun— Si ve a Soobin hyung le dice que estuve por aquí—

—Bien— El alfa recibió el postre, colocándolo suavemente sobre la mesa—Gracias—

—De nada, hyung— Beomgyu sonrió feliz mientras su aroma a dulce de leche se hacía más notorio. Amaba con todo su ser a Yeonjun.

El alfa volvió a asentir con la cabeza mientras se giraba y seguía conversando con sus amigos. Beomgyu se deslizó fuera del salón con una sonrisa idiota en su rostro.

—Espera— Detuvo su andar a mitad del pasillo, viendo el postre sobrante en sus manos— ¿Y si simplemente le dejo el postre a Yeonjun hyung para que él se lo entregue a mi hermano y yo no tener que regresar después?— Meditó un momento, pensando que sí era buena idea regresar.

Caminó tranquilamente de regreso, parando en la puerta para poder llamar a Yeonjun y no tener que soportar las miradas de todos sus amigos encima de él.

Cuando iba a llamarlo, la voz de uno de los alfas lo interrumpió.

—¿Entonces te gusta ese omega?— El corazón de Beomgyu se detuvo un segundo para después comenzar a latir fuertemente en su pecho.

—¿Quién? ¿Beomgyu?— Preguntó Yeonjun, confundido por su tono de voz.

—¿Se llama Beomgyu?— Habló otro— Está lindo—

—Pues sí— Se encogió de hombros.

—¿Pues sí?— Rieron— ¿Vas a negar que no es, así sea, un poco atractivo?—

—Beomgyu no está tan mal— Lo escuchó decir— Pero no es mi tipo—

La sonrisa incrustada en el rostro de Beomgyu cambió a una mueca consternada, con su corazón a mil por hora y a su omega removerse triste en su interior.

—Por favor, amigo, ese omega es el tipo de todo el mundo—

—Pero no el mío— Yeonjun se escuchaba fastidiado— Beomgyu es muy pegajoso para mi gusto; me sigue a todos lados y no acepta un no de mi parte como respuesta. La única razón por la cual no le he gritado en la cara como a todos los demás es porque Soobin me pidió ser bueno con él. Me contó de su pequeño enamoramiento hacia mí y si le llego a hacer algo a su hermanito, Soobin se enojará. Solo quiero que deje de fastidiarme por una sola vez—

Una lágrima silenciosa bajó por su rostro y, cuando menos lo esperó, muchas lágrimas más comenzaron a caer como cascada. Antes de poder siquiera reaccionar, de poder decir algo o así sea de irse corriendo de allí, el olor a madera de su hermano llegó a sus fosas nasales, completamente agrio por el enojo y la irritación. Vio el alto cuerpo de Soobin adentrarse al salón rápidamente y tomar el hombro de Yeonjun para voltear su rostro y plantar su duro puño en el labio contrario.

Yeonjun cayó al suelo desconcertado para después levantarse rápidamente a devolverle el golpe, pero su mirada se dirigió a Beomgyu y su corazón se rompió un poco más al mirar los oscuros ojos ahora sorprendidos. Su omega se encontraba quieto en su interior y ninguno de sus sentidos funcionaban correctamente. Lo único que sentía eran sus manos y piernas temblar y las lágrimas rodando por sus sonrojadas mejillas.

—No te quiero ver cerca de Beomgyu otra vez o te parto la cara, ¿me escuchaste?— La voz ronca de Soobin mas su aroma dominante hizo que todos en el salón guardaran silencio. Sin esperar ni una respuesta de nadie, volteó hacia Beomgyu y notó el postre en sus manos, mirando también la misma cajita en la mesa.

La rabia de Soobin aumentó aún más y tomó el postre y caminó hacia Beomgyu mientras lo tomaba suavemente de su brazo y lo sacaba de allí.

Su respiración apenas y la sentía, sus piernas apenas y funcionaban para caminar correctamente y su corazón apenas y latía. No sentía nada a su alrededor y cuando pudo reaccionar, se encontraba en el auto de su hermano. Soobin lo veía preocupado mientras soltaba de su aroma para tranquilizarlo.

Miró los ojos preocupados del alfa mayor y ahí fue cuando las palabras de Yeonjun resonaron en su cabeza.

"—Solo quiero que deje de fastidiarme por una sola vez—"

Un gran sollozo salió de sus labios y su respiración comenzó a acelerarse. Sus sentidos se activaron y pudo sentir su corazón comprimirse y a su omega devastado mientras lo acompañaba en sus fuertes sollozos. El temblor de su cuerpo se hizo más notorio ahora que lloraba con todas sus fuerzas, aferrándose a su hermano mientras que este lo abrazaba. No le importó llenar la camisa de su hermano de lágrimas y saliva, solo le importaba dejar salir todo el dolor que estaba sintiendo.

Yeonjun era un idiota y si tanto quería que lo dejara en paz, entonces eso iba a hacer.

Not my type || YeongyuWhere stories live. Discover now