3|Pobres imbéciles los hombres que se enamoran.

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Jughead

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Jughead.

El amor me da asco.

Siempre he creído que no es más que una sola fantasía creada por las personas para intentar darle un sentido (algo triste) a su vida.

Pero, entonces, hace tres años, conocí a cierta rubia de ojos verdes.

Aunque no, no me enamoré; simplemente sentí una especie de... Atracción. Porque, vamos, la chica es realmente atractiva en cuanto a físico se refiere.

Y no, no quiere decir que jamás me haya enamorado.

Alana fue lo más parecido a mi primer amor. Ella era estereotipicamente... Perfecta. Con un físico envidiable, una cara hermosa, una cabello sedoso y una manera de ser admirable.

Alana Davis, sin embargo, no fue mi primer interés. Ni tampoco me hizo cambiar demasiado mi perspectiva del amor.

El problema es que ahora sé que estoy realmente jodido, pues no logro controlar los latidos de mi corazón desenfrenado cuando los labios de esa rubia tocar los míos.

Solo son un par de segundos que se hacen pasar eternos y, q la vez, efímeros. Sus labios pintados de rojo apenas alcanzan a rozar los míos, dejando la distancia incluso entre tan poco espacios personal.

Me ha sorprendido que haya elegido besarme. Si me hubieran dicho que preferiría besarme antes que quitarse una prenda, habría dicho que estaban locos.

Y, sin embargo, aquí estoy.

Mi estómago se remueve, mi corazón sigue latiendo fuerte contra mi caja torácica y mis labios codquilean cuando ella se separa, volviendo a marcar la distancia, y dejándome deseoso de más.

Me contento de tocarme los labios con la yema de los dedos, sin poder creer aún lo que ha pasado, pero siento la mirada de Toni, a mi lado, sorprendida y casi puedo verla alzando una ceja.

Esa hija de puta no va a parar de molestarme.

Me obligo a volver a la realidad, cuando veo a Betty Cooper pararse agitada y comenzar a correr.

Corre detrás de Brend.

Ambos salen del lugar, dejando todo en silencio (o al menos el ruido no llega hasta mis oídos) y la tensión volando libre por el ambiente.

Una chica, bastante alta y rubia, que solo hubico por las porristas, es la encargada de intentar aligerar la tensión en el aire.

Creo que nadie se esperaba eso.

-¿Continuamos con el juego? -la voz chillona de la chica es el botón para que puedo oír todo de nuevo con claridad.

Bajo la mirada atenta de Toni, y de Cheryl a su lado, me paro.

-¿A dónde vas?

Pero no respondo. Sacudo un poco el pantalón de mezclilla y me giro, dispuesto a salir.

𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐄𝐕𝐄𝐑𝐘𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 𝐀𝐁𝐎𝐔𝐓 𝐘𝐎𝐔 (Bughead)Where stories live. Discover now