Acto VI. Preludio fluctuante

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Ángel miró a su alrededor y sintió cómo el peso de la responsabilidad se apoderaba de él cuando la multitud comenzaba a dirigirse hacia el interior del teatro.

— ¿Ocurre algo? — inquirió Alastor.

— Nada importante, solo que realmente estás empezando a ser una molestia. — Ángel esbozó un gesto de disgusto, apenas ocultando su irritación detrás de una fachada de educación.

A pesar de las palabras cortantes del chico, Alastor apenas mostró una pizca de sorpresa en su expresión, como si ya hubiera anticipado esa respuesta.

Ante la falta de reacción, Ángel rodó los ojos con exasperación, reconocía que había sido tolerante incluso cuando su paciencia ya había flaquedo. Sin embargo, sentía que ya había aguantado suficiente. A pesar de que Alastor parecía haberse percatado de su incomodidad desde hacía un buen rato, seguía insistiendo y eso comenzaba a fastidiarlo cada vez más.
 
Sin decir una palabra más, deslizó una mano por su cabello y dio media vuelta — Acerca de tu invitación... — comenzó a hablar mientras observaba con desdén la rosa blanca que Alastor le había regalado, sus dedos jugueteaban con los pétalos marchitos — Gracias, pero no gracias. — dijo antes de, finalmente, irse.

En todo momento, Alastor permaneció en silencio, solo observando con detenimiento el cómo la figura de Ángel poco a poco se perdía por entre la multitud. Fue entonces que se permitió una sonrisa más amplia de lo habitual, una que reflejaba una emoción genuina y contenida.

Aunque el rechazo de Ángel podría haber decepcionado a otros, para Alastor había sido todo lo contrario. Se sentía emocionado por el desafío que el chico representaba, sabía que, sin duda alguna, volverían a encontrarse más pronto de lo que pensaba.

Instintivamente llevó una mano a su boca para ocultar su sonrisa, no quería que alguien más pudiera notar su tan descolocado estado de ánimo.

Instintivamente llevó una mano a su boca para ocultar su sonrisa, no quería que alguien más pudiera notar su tan descolocado estado de ánimo

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Cuando el telón finalmente fue cerrado, una gama de emociones contradictorias inundó a Alastor. La actuación y la belleza de Angeline seguían siendo tan impecables que le provocaban un júbilo indescriptible. Sin embargo, dicha exaltación estaba siempre empañada por una sensación de vacío que se volvía cada vez más intensa al ser consciente de que solo podía ver a Angeline cuando ella estaba sobre el escenario.

Era desolador.

Era frustrante.

A medida que las luces del escenario se encendían y la realidad volvía a imponerse, Alastor se encontró sumido en aquel persistente sentimiento de incompletitud que lo dejaba desconcertado. Ya no le era suficiente el solo verla actuar desde la lejanía, quería conocer más sobre la verdadera Angeline, sobre la persona detrás del personaje que lo había cautivado.

Quería dejar de ser solo un simple espectador.

Con una expresión imperturbable, se levantó de su asiento, su característico semblante sonriente ocultaba la lucha interna al que se enfrentaba. El deseo y la razón entrando en conflicto, consumiéndolo desde dentro.

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⏰ Last updated: Apr 02 ⏰

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ᴘʀɪᴍᴀ ᴅᴏɴɴᴀ | Hazbin Hotel【Radiodust】Where stories live. Discover now