Una arriesgada oportunidad

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-¡Despierta princesa!-

Legoshi gritó y despertó. Otra noche, la misma pesadilla. Tenía la marca del golpe de Louis en el rostro y sentía húmedo bajo los ojos, debió llorar mientras estaba inconsciente.

-Tranquilo, no voy a lastimarte. Solo quiero hablar- Su captor se sentó en una silla plegable de metal.

-¿¡Qué es esto!? ¿¡Dónde estoy?!- Miró en todas direcciones, sin lograr reconocer su ubicación.

-Esto es un cuarto de interrogatorio y estás en… Un cuarto de interrogatorio- Tenía frente suyo un perro pastor alemán, de tamaño similar al suyo pero mucho más fornido y mayor. Este lo miraba de forma analítica.

-¿¡Qué?! ¡Pero yo no hice nada!- Se sacudía tratando de quitarse las esposas.

-¡Lo sé!- Golpeó la mesa con ambas manos -No estás aquí por lo que hiciste sino por lo que podrías hacer… si trabajas para mí-

-¿Que?- Dejó de moverse.

-Lo que escuchaste. Tu amigo, el ciervo, es el líder de la Yakuza Shishigumi y además una figura clave en el mercado negro. Lo quiero tras las rejas, a él, su organización y demás asociados- Tomó una carpeta que había sobre la mesa, revisando sus contenidos.

-¡Pues primero que nada Louis no es mi amigo y segundo no quiero trabajar para tí!- Volvió a sacudirse.

-¿Ah no?- Abrió la carpeta y mostró fotos de Louis, los leones e incluso de Haru -¿Te suena?-

-No te atrevas a meterla en esto- Gruñó, mirando con odio a quién tenía enfrente.

-Sé lo que sucedió y lo lamento mucho. Pero puedes evitar que esto siga sucediendo si trabajas conmigo- Miró a Legoshi con compasión.

-¡Si hicieras bien tu trabajo esto no hubiera sucedido!- Gritó, casi rasgando su voz.

-Pues lo siento por no estar en todos lados al mismo tiempo. Los secuestros son algo común gracias al mercado negro, planeamos acabar con él y-

-Si, si, ya entendí- Suspiró -Supongo que no tengo opción ¿Verdad?-

-De hecho si la tienes, puedes volver a la academia y lamentarte por el resto de tu vida o puedes ayudarme a hacer justicia- Se inclinó un poco sobre la mesa, quedando aún más cerca de Legoshi.

-Bien… Supongo que es mejor que hacerlo por mi cuenta- Le dolía lo ocurrido y el presente de Louis, no paraba de pensar en eso -¿Con esto podemos devolver a Louis a la luz?-

El pastor alemán soltó una risita -¿La luz? Tu amigo pasará años en un agujero, si es que los demás reclusos no lo hacen su puta o lo matan antes. Debes entender eso sí de verdad quieres ayudarnos-

-Él no es malo. Solo necesita que lo guíen de vuelta al bien… Sé que en el fondo tiene la capacidad y la voluntad de cambiar el mundo- Miraba al suelo, su ropa estaba manchada de tierra. Se preguntaba si la de Louis se encontraba manchada de sangre.

-Eso tendrá que demostrarlo… Y creo que le tomará mucho trabajo- Miró a Legoshi de cerca, este no se sintió intimidado -Escucha, si quieres hacer esto entonces debes saber los riesgos. Tu vida correrá peligro y-

-Lo sé… Ni siquiera sé si quiero seguir vivo así que…-

-Va… Escucha, si superas las pruebas trabajarás de infiltrado en la Yakuza, seguirás con tu vida normal para mantener tu cobertura y reportarás todo ante mí, desde las chicas con las que te acuestes hasta los asesinatos de tu jefe ¿Entendido?- Puso una mano en el hombro del lobo, quien volvió a suspirar.

-Ok… ¿Pero como hago para entrar a la yakuza? Louis me odia- Recordó con claridad la escena de la noche anterior.

-No te odia. Escucha- Puso un teléfono sobre la mesa.

Undercover (Beastars fanfic)Where stories live. Discover now