Fantasma.

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Gustavo

24 de junio 1993

Mucha gente sabe que me gusta salir de gira. Aunque eso incluya no ver a mi novia con la cuál tengo una relación desde hace dos años. Ella se llama Rubí Rivera. Hoy fue nuestro aniversario número 2.
Tomé un vuelo lo más rápido que pude para que me llevara desde México a Buenos Aires.

- Amor, te juro que llegó temprano. - Llame a su número e inmediatamente atendió, tenía que llegar. El aniversario pasado llegué después de media noche y ella ya estaba dormida, por lo cual no pudimos celebrar nuestro primer año de noviazgo. - Ya sé que siempre digo lo mismo, pero está vez llego por qué llego.

- Gus, está bien si no llegas. - Me dijo en un tono de somnolencia. Parecía que estaba recién levantada.

- No, hoy llego, vos no te preocupes. - Aseguré. Ella suspiró.

- Bueno, acá te espero. - Mandé un beso y ella lo devolvió.

- Te amo. - Susurré.

- También te amo. - Se despidió.

Estaba esperando el vuelo en el aeropuerto, eran las ocho y media de la mañana y el vuelo salía después de las nueve. Estaba bastante ansioso, realmente no quería faltarle a Rubí en este día tan importante para nosotros.
El vuelo se retrasó hasta las diez con veinte minutos. Eso me puso de un humor no muy bueno. Quise llamar a Rubí y decirle que llegaría tarde. Pero me mandaba buzón.

Llegó el avión, tarde, pero llegó, arrivé, lamentablemente en los vuelos tienes que apagar cualquier aparato electrónico. Entonces no pude llamar a Rubí para decirle que llegaría tarde. Aunque nuestro día era mañana, quería aprovechar cualquier segundo posible con ella.

Me quedé dormido una hora después de despegar. El vuelo tomaría unas 7 y 8 horas. Entonces tendría que  aprovechar para retomar la energía.

Después de una siesta faltaban unas tres horas para llegar. Me sentí aún más ansioso y con demasiados nervios en mi sistema. En mi equipaje tenía una sorpresa, que aunque no era algo grande de tamaño lo era sentimentalmente hablando. No quería arruinar la sorpresa como siempre lo hacía. Entonces, no quise mencionar algo al respecto. Solamente espero que le vaya a gustar.

[...]

Llegué finalmente después de unas horas. Lo primero que hice fue llamar a Rubí, la cual atendió unos timbres después.

- Hola. - Salude, y ella no respondió de inmediato.

- Hola, Gus. - Susurró, algo en su voz me decía que algo andaba mal.

- ¿Que pasa? ¿Estás bien? - Pregunté preocupado. - Te escuchas rara.

- Mi mamá vino. - Susurró, ambos nos quedamos en silencio absoluto. Rubí y yo sabíamos que su mamá no era muy maternal que digamos, y siempre que podía se encargaba de hacer sentir mal a Rubí, espero que no haya sido este el caso.

- ¿Que te dijo? ¿Estás bien? Yo ya estoy en Buenos Aires, llegaré pronto, amor. Vos tranquila ¿Sí? - Me apresuré a decir e inmediatamente salí disparado del aeropuerto, tomé un taxi lo más rápido que pude y le dí la dirección del departamento.

- Gus, yo ya no quiero verla... - Su voz se empezaba a entrecortar y empezaba a escuchar algunos sollozos provenientes de ella.

GUSTAVO CERATI (ONE SHOTS)Where stories live. Discover now