Karissa Mágnum y Obi Wan Kenobi se conocían desde que eran padawans, pero su relación siempre había sido complicada es por eso que el fallecido maestro de Obi Wan los había mantenido alejados durante su misión en Naboo. Después de la muerte de su ma...
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Karissa corrió hacia el nivel de detenciones. Antes de cruzar el primer pasillo, aparecieron veinte droides de batalla por lo visto su padawan se había equivocado y no era solo un pequeño destacamento. Los droides comenzaron a disparar, Karissa desvío los disparos sin dejar de caminar hacia el ascensor.
El pasillo comenzó a llenarse de más droides, ralentizando su avance. Pero Karissa se esforzó para pasar entre los droides, cortándolos por la mitad o empujándolos con la fuerza.
—Fue divertido jugar con ustedes muchachos —dijo Karissa, destruyendo al último droide—. Pero tengo una misión que cumplir.
Karissa entro en el ascensor. Cuando la puerta sé cerro, Karissa se permitió un breve momento de meditación. La fuerza fluía a través de ella como un río, permitiendo que Karissa se conectara con todos los seres vivientes. Trato de percibir la presencia de la maestra Sahdra Sheotah y el padawan, Jason Orden, pero por alguna razón no podía hacerlo.
La maestra Sahdra Sheotah era una vieja amiga de su maestro, cuando su maestro la tomo como padawan hubo momentos en los que Karissa sintió el deseo de abandonar la orden, se sentía incapaz de conectar con la fuerza.
Sentía que solo le estorbaba a su maestro, pero Sahdra Sheotah la había ayudado a encontrar su lugar en la orden al igual que su maestro. Además, siempre había tenido la sensación de que algo pasaba entre esos dos jedis.
El sonido de las puertas al abrirse regresaron a Karissa a la realidad, salió del ascensor con su sable encendido y con todos sus sentidos alertas para evitar cualquier tipo de sorpresa. Camino hasta la celda que se encontraba al fondo del pasillo, según Obi-Wan allí se encontraban la jedi y su padawan. Karissa no pudo evitar pensar en como me estaba yendo a Obi-Wan con el general Grievous.
Obi-Wan era lo suficientemente fuerte para enfrentarse a él, pero Karissa no podía fingir que no le preocupaba después de todo Obi-Wan era su amigo. Mientras caminaba hacia la celda, Karissa sintió una perturbación en la fuerza, era algo tan frío y malvado que hizo que apretara su sable con fuerza.
Cuando llego al final del pasillo se dio cuenta de que la celda estaba vacía ¿Dónde estaban la maestra y su padawan? ¿Estarían vivos aunque sea? Karissa oprimió el botón de su comunicador, necesitaba hablar con Obi-Wan.
—Obi-Wan, tengo malas noticias.
—Así que tú eres la jedi que buscan los Pyke.
Karissa se giró para poder ver de quién era aquella voz.
—No pareces ser una rival digna —la voz pertenecía a Asajj Ventress. Karissa nunca la había visto, pero Obi-Wan y Anakin le habían contado lo suficiente sobre ella como para saber que no debía subestimarla.
—Haces mal en subestimarme, Ventress.
—Así que me conoces —dijo Ventress, sonriendo con satisfacción.
