Prólogo

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Podría pasarse semanas viendo anime, comprar mangas y hacer alguno que otro cosplay, pero les aseguraba que eso no lo volvía otaku.
Bueno, tal vez lo era pero ese no era el punto.

Hatake Kakashi, un adolescente muy atractivo pero demasiado cerrado para querer interactuar con personas reales. Su círculo social se reducía a Rin y Guy, sus verdaderos reales que si bien a veces olvidaban su existencia, sabía que con una llamada estaban al toque, mucho más si había comida de por medio.

Él vivía solito en un departamento, se creía una riata parada y por eso le jugaba al independiente aunque su papá vivía en el mismo edificio y normalmente desayunaban juntos.

—Kakashi, ¿Qué te dije de dejar tus calzones con estampado de Pikachu en el baño? — Regañó Sakumo desde el sanitario.

Diosito debía de darle fuerzas para seguir cuidando del mocoso que muy apenas y sabía ir a hacer trámites solo.

—Ya, ya, prometo meterlos al cesto. — Gritó desde la sala, concentrado en teclear su computadora.— Ahorita no interrumpas que estoy defendiendo a mi pixelito que lo andan funando por disque villano.

Sakumo arribó a la sala con la cesta de ropa sucia. Traía puesto un mandil gris que tenía bordado en letras verdes "El mejor papá luchón del mundo".

—Mejor ponte a terminar el ensayo y los reportes que tienes pendientes. — Espetó mientras le daba un golpe en la cabeza y volvía a sus labores de amo de casa.

—No lo entenderías papá, lo quieren funar por un frame fuera de lugar, nada que ver. Obito no es un chico malo, solo quiere ser él mismo. — Argumentó.

Kakashi posó la vista en los comentarios de una publicación donde se podía ver un frame de Obito peleando a muerte con el protagonista de aquel anime de ninjas que tanto le gustaba. Nadie diría que su pixel era malo cuando el protagonista ni siquiera tenía la obligación de agarrarse a golpes con él.

—¡Ingasuroña! Me volvieron a funar. — Se tronó los dedos y volvió a teclear con rapidez. — Pero no me importa, escribiré un testamento de razones por las cuales Obito terminará siendo bueno y el protagonista es un pendejo.

Nadie se metía con su crush 2D y salía libre de funa. De su cuenta corría doxxear a esos randoms que desvalorizaban el trabajo de villano de su pixel.

—¡Kakashi! Tu cartón de Obito tamaño real me volvió a espantar. — Regañó Sakumo desde la cocina. — Te he dicho que no lo dejes por todos lados del departamento. Ya es muy turbio.

Y Kakashi se limitó a rodar los ojos. Definitivamente nadie entendería lo mucho que amaba a Obito. Bueno, aunque su padre tenía un buen punto. Cualquiera se sacaría de pedo si de la nada se topa con un cartón tamaño real de algún personaje equis.

Pero él no, y ese cartón tamaño real era Obito, así que bien podía dejarlo a mitad de sala sin problema.

—Es mi departamento papá, deja a Obi en paz o te voy a funar también.

Un tic apareció en el ojo izquierdo de Sakumo mientras preparaba una sartén para darle en la cabeza a su hijo.

—Ya estuvo suavicrema. — Y de la nada le soltó un sartenazo en la cabeza.

Bueno Kakashi, a ver si con eso reflexionas y te pones las pilas. Por lo menos se desmayó por un rato y pudo vivir una bonita ilusión donde viajaba al mundo ninja de aquel anime y conocía a Obito.

Así que aquí aplicaba la de, ¿Premio o castigo?






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¡Hola!

Un nuevo fic donde tenemos un Kakashi aficionado a los cómics y con una especie de self-insert en el anime de Naruto. Como ven, el wey es simp de Obito y lo defenderá con uñas y dientes aunque siempre termine funado.

Me voy a proyectar machín con él y creo que habrá muchos identificados con su personalidad en este fic.

Espero que disfruten de la lectura, cualquier sugerencia es bienvenida.
Si Diosito (y la prepa) lo permite, habrá actualización rápida.

¡Gracias por leer!
Cuídense y los tqm. Bye. 😸✌️

Fanático [KakaObi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora