—¿Selfies tan temprano Blight?—en el teléfono apareció el lindo rostro de Rogger, que tomó un par de fotos sonriendo junto a ella.

—Rogger, ¿Como estas?

—Meeh... más o menos—era algo estupido de preguntar, pero igual quería saber cómo estaba el muchacho—. ¿Y tú? Escuché que tu hermano se hospitalizó, ¿Le pasó algo grave?

—No, solo es un exagerado—ambos rieron ligeramente por el comentario—. ¿Tienes compañero para este trabajo?

—Si, pero está... ocupado con la tuya—ambos voltearon para ver a sus dos amigos, coqueteando entre si, ¿En que momento Boscha regresó?—. ¿Puedo hacer equipo contigo?

—Claro, más trabajo que Boscha seguro que si haces.—rieron un poco más y llevaron a cabo lo que sería el próximo trabajo.

Amity se dió la libertad de voltear hacia atrás para ver a la morena, y la vió. Tenía la mirada puesta en Rogger. Al principio pensó que podían ser celos, pero su mirada y su ceño no parecían reflejar ni un poco de odio o celos.

Reflejaban algo como... nostalgia y pesar.

Sería su imaginación.


La escuela pasaba rápido cuando se divertía, ese día habia platicado más de lo habitual con Rogger y descubrió que era un chico grandioso y amable. Uno pensaría que era un egocéntrico tal y como lo era Nate, pero no, eran muy diferentes.

Pero durante todo el día, siempre tenía presentes las miradas de sus amigas, cotilleando entre ellas y especulando, a Nate y sus amigos, mirando con odio y desdén al pobre chico que la acompañaba y sobretodo la de Luz, que si bien la miraba a ella en varias ocasiones y le sonreía disimuladamente, también miraba al ojos verdes de una forma que no lograba descifrar.

Pensaba todo eso de camino al café al aire libre un poco cercano a Hexide, y quién estaba esperando la sorprendió por detrás dándole un leve susto y compensando con un beso en la mejilla.

—Hey, Blight.–lo extraño de su vestimenta no era la gran cantidad de gatos en su playera, era la gorra que le cubría casi toda la vista.

—Hola Noceda. ¿Y esa gorra?

—No estamos tan lejos de Hexide, cualquiera puede vernos, ¿No?

Era adorable de su parte preocuparse mucho más que ella, y le daba risa que era más precavida de lo que imaginaba. Si las llegaban a descubrir, sería por culpa de Amity y no por culpa de Luz.

—Bueno, si. Pero igual me darás esa gorra.—tenía planeado tener una colección de la ropa de su ahora novia.

—Como quieras, pero mi chaqueta nunca será tuya.

—¿Tanto significa esa chaqueta para ti?

—Era de mi mami.—murmuró algo melancólica la latina, no supo bien el porqué pero, igual sería su imaginación.

Aun asi, pudo ver que eso le afectó un poco. Y de lo que conoce de la de beanie, es que cambiar de tema siempre es la mejor opción para ella. Aunque no le gustara a la peliverde, era lo mejor para tal vez, no abrir una herida.

—Mi madre nunca me daría una prenda suya. Prefiere comprarme 10 blusas en lugar de compartir una.—logró una leve carcajada de Luz y continuaron el camino que Amity ya tenía programado.

Iban tomadas de las manos charlando de cosas tan vanales como el color favorito de la otra y que pensaban de tal situación. Pasar el rato así se sentía tan diferente de otras ocasiones, porqué ahora su relación cambió y podía mirarla con total adoración, reírse más libremente y ser ella misma por completo.

Pararon fuera de una tienda de ropa y a la morena le extrañó aquello, ni sabía a dónde iban en primer lugar.

—¿Vas a comprar ropa aquí?

—No Luz, le dije a Osvaldo que me recogiera aqui. Asi podiamos caminar y pasar tiempo juntas.—si no estuviera tan enamorada de Luz, hubiera pensado que ese pequeño plan era una estupidez ridicula, melosa y cursi.

—Ooh, muy bien princesita—ambas sonreían ampliamente al escuchar ese apodo—. Por eso caminabas tan despacio, ¿Eh?

—Para nada, asi camino yo siempre, sin prisa.

—¿Enserio?—preguntó la castaña acercándose para abrazarla y sacudirla un poco en abrazo, provocando la risa de las dos adolescentes.

Como la dominicana la sacudía de una lado para otro, en algún punto pudo ver a Rogger caminar justo en dirección a ellas, y entró en pánico. Rápidamente se separó de su novia que se veía confundida por su acto.

—Hola Rogger.—saludó, para que Luz supiera que había sido por el que se habían separado.

—Ah, Hola Amity—el capitán del equipo de futbol el sonrió suavemente, pero al girarse la de gorra, Rogger la reconoció al instante y no le agradó para nada su presencia—. ¿Noceda? ¿Que haces aquí con Amity?

—Nos topamos aquí por casualidad, la salvaste de una pelea muy acalorada.—vaya que Luz sabía manejar bien una situación.

Vio como bajaba un poco la gorra para cubrir su mirada un poco, no entendió porqué, pero tampoco iba a preguntarle en ese momento. El rubio se veía muy desconfiado de aquella chica, después de todo, hace unos meses la había perseguido con la intención de golpearla por sabrá Dios que cosa y ella ya había logrado darle un golpe durísimo que no lo dejó ir a Hexide por unos días.

—Claro, lo mejor es que te vayas.—pidió el chico, alzando la barbilla mirando con decisión a la castaña.

Temía que Luz reaccionara mal a ese comentario tan mandón por parte de Rogger, pero su actitud fue muy dosil y pacifica ante eso. Si hubiera sido Nate, lo hubiera callado a golpes probablemente.

—Bien, me iré.—afirmó acomodando su gorra como lo hacía con su beanie, se giró y le sonrió ligeramente a Amity, quién le asintió suavemente.

Pensó que seguiría su rumbo como si nada, pero sólo dió 2 pasos para volver a girarse a ver al muchacho, que seguía a la defensiva.

—Oye, lamento lo de tu padre—no sabía si eso era para provocar al ojos verdes, pero si había tocado una fibra en el y al parecer lo notó—. Es enserio, lo siento muchisimo, Rogger.

La mirada llena de ira de Rogger no cambió, pero si se suavizó y su cuerpo dejó de estar tan tenso. La ojos chocolate ya no dijo nada más y se fue de la escena, con las manos en los bolsillos.

Y no pudo evitar notar que se veía muy triste, genuinamente triste. Casi como si ella tuviera la culpa de esa perdida tan trágica. Al parecer era muy empatica.

DelincuenteWhere stories live. Discover now