Siempre mía, nunca tuya

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Alguna historia se fue metiendo en mi vida, entretejiéndose en mi rutina para acercarme a una ficción. Ella se convirtió en mi o yo me convertí en ella. Al caminar dejaba que el viento me quitara un poco de aire para maldecir todos sus malos hábitos. Tiré ropa y cambié amistades porque se sentían ajenas.

Usé los pretextos más banales para crear algo que no podía ser mío. Por lo que tuve que salir a medianoche a robar ideas. Llovió por la tarde así que la noche era clara y los techos goteaban. Me puse debajo de uno y encendí un cigarro, solo si por casualidad mi garganta se aclaraba. A consecuencia tuve un ataque de tos que me dejó la piel de gallina.

El perro de siempre pasó y me dejó acariciarlo unos segundos. Le rogué que se quedara y se fue una vez que un hombre lo llamó desde la puerta de su casa. El perro corrió hacia él y esperé lo mismo para mí. Soñé con una respuesta de una llamada que no era mía, pero de alguien tenía que ser.

Springtime Memoirs (Memorias de primavera)Where stories live. Discover now