Capítulo 7: Anna Shadowkissed.

Comenzar desde el principio
                                    

Anna adoraba a Vladimir pero hubo alguien más que se apoderó de su corazón, su nombre era Stefan, un dhampir con el corazón más puro y valeroso que jamás haya existido, Anna lo encontró tirado en un sendero por el que transitaba con Vladimir, estaba tirado y herido, había luchado ferozmente contra 4 strigoi y los había asesinado pero no sin antes recibir graves heridas. Vladimir lo curó y en agradecimiento Stefan juró protegerlo hasta que llegara la muerte.

Con el paso del tiempo los 3 se hicieron amigos pero Anna y Stefan comenzaron a verse con ojos más allá del compañerismo y la amistad, vivieron un amor intenso, puro y con una entrega total, Vladimir estaba feliz de que las 2 personas a las que más quería y a las que más les debía compartieran un sentimiento tan maravilloso así que cuando le pidieron que los casara él no lo dudo, ante el cielo estrellado y los ojos de los seguidores de Vladimir, fueron declarados marido y mujer.

Eran los más felices pero ese mismo día sufrieron uno de los más grandes ataques strigoi que se han conocido, prácticamente todos los asistentes tanto dhampir como moroi, que hasta hacía pocos minutos disfrutaban de ser testigos de una de las uniones más hermosas, sufrieron una muerte rápida y violenta. Anna logró sacar a Vladimir sano y salvo de aquel lugar, a pesar de sus peticiones de dejarlo quedarse a ayudar a los heridos, pero Stefan, él no corrió con la suerte ni de morir ni de salvarse, los strigoi lo convirtieron en uno de ellos.

Anna estaba desconsolada y Vladimir también pero ambos sabían lo que debían hacer, Anna iba a buscarlo y a asesinarlo, ser convertido era la peor pesadilla de ambos y ella lo salvaría de seguir de esa manera. Pero Vladimir tenía otras intenciones, él acompañaría a Anna, por supuesto, pero no para asesinarlo, él estaba decidido a salvarlo.

Cuando lo encontraron, después de una larga lucha entre él y Anna, Vladimir tomó la estaca de su shadow kissed y antes de que ésta pudiera evitarlo, corrió hacia Stefan y con todas sus fuerzas enterró la estaca en su corazón, fue la primer restauración, Stefan volvió a ser el dhampir que Anna tanto amaba aunque con heridas espirituales que no sanarían tan fácilmente.

Después de un tiempo, su pequeña familia de 3 volvía a la normalidad cuando descubrieron que Anna estaba embarazada, Stefan sabía que era suyo, jamás se atrevería a dudar de la mujer que amaba, Vladimir se dio cuenta que fue Espíritu quien hizo posible aquello y pensando que era un milagro corrió junto con Anna y Stefan a contárselo al rey, al principio nadie les creyó pero el tiempo pasó y el vientre de Anna creció. El rumor de que dos dhampir tendrían un hijo se esparció, Vladimir tenía cada día más seguidores y los dhampir empezaron a creer en los rumores. El rey comenzó a temer que los dhampir dejaran de proteger a los moroi si podían reproducirse entre ellos, más aún, le aterraba pensar que quisieran invertir los papeles, que ahora los dhampir gobernaran.

El miedo a lo desconocido es la llave para cometer las peores atrocidades. Apenas Anna dio a luz a su hijo el rey dio la orden de asesinarlos a todos, Anna, Vladimir y su hijo lograron escapar gracias a que Stefan se sacrificó por ellos, huyeron y durante muchos años se mantuvieron a salvo escondidos entre los adeptos de Vladimir pero cuando este murió, el secreto del lugar donde se encontraban llegó a los oídos del rey, asesinaron al niño y cuando Anna intentó vengarse también la asesinaron a ella. Se cambió la historia y con el tiempo nadie supo la verdad.

Dimitri y yo estábamos mirando a Karp con cara de completo shock prácticamente ninguno de los 2 estaba respirando, cuando terminó de hablar me llevé las manos al vientre, no sé si por miedo o por mero instinto de protección pero es que todo lo que acababa de escuchar me parecía horrendo, un moroi mandando a asesinar a un niño, era aterrador.

- Lissa jamás haría nada que pudiera lastimarme a mí o a alguien que amara.

- Lissa no Roza pero ¿y los otros miembros del consejo, los otros moroi? ¿Ivashkov, por ejemplo?

No había pensado en eso, Lissa había logrado hacerse de muchos amigos pero como reina también tenía bastantes enemigos, en especial los moroi que se consideraban radicales, los mismos que habían estado tras el ataque a Jill, usarían cualquier excusa por pequeña que fuera para poner en tela de juicio el puesto de Lissa y estaba segura que no se detendrían ante nada si se veían amenazados aunque fuera por la increíble idea de un bebé no nacido.

- No lo permitiré, nadie le hará daño.

- Nadie, les hará daño mi Roza, eres, son mi vida ahora y jamás dejaré que nada malo les pase, te lo juro.

- Vaya por fin entienden aunque se tardaron un poco más de lo esperado. Ahora que ya estamos en la misma sintonía, pasemos a lo que sigue. Preparen sus maletas que dentro de 1 hora se van de aquí, Mikael vendrá por ustedes.

Y así, sin decir más, salió de la habitación. Dimitri me besó y acarició mi vientre, entonces me miró a los ojos y con toda la seguridad del mundo me dijo. – Se los juro. – Le sonreí y comenzamos a preparar el equipaje.

Nada es eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora