Vuelve el amor

Capitulo 12

— Tranquilo, respira, con tranquilidad ya estamos en el quirófano.

— Yo estoy tranquilo, tú eres el nervioso, además ¿Qué haces aquí?

— Bueno tienes que sujetar mi mano para pujar... Y todo eso ¿No?

— No creo que sea necesario, ahora me van a ver abierto de piernas.

— Bueno, siempre es interesante saber cómo da a luz un doncel — murmuró él doctor.

— ¡Esto no es un espectáculo! — mencionó molesto e incómodo por los quizá diez residentes que había en la sala.

— Solo trata de ignorarlos.

— Tengo más de veinte ojos viéndome, no voy a ignorarlos — soltó una queja ante la nueva contracción.

— Como pueden notar, el paciente presenta contracciones cada dos minutos, algo que hay que agregar es que los donceles al no tener vagina, con el embarazo desarrollan un canal uterino que  funciona en el momento del parto para que pueda pasar el producto, tal cuál un parto natural en una mujer.

— Apurese mejor, luego les da biología — apretó con fuerza la mano de Naruto.

— Bueno, ya lo escucharon jóvenes, solo permanezcan callados.

— Que se vayan — intervino Naruto.

— Señor estamos explicando algo.

— Mi esposo no es conejillo de indias para que lo estén viendo, y ni él ni yo dimos permiso para que haya un montón de gente.

— Es con fines educativos.

— Que lo hagan con alguien que les dé permiso, sino meto una demanda, no me importa que sea para aprender o no, pero con mi esposo no se metan — expresó mientras Sasuke seguía apretando su mano hasta ponerla blanca. ya ni siquiera la sentía.

El doctor salió con todos los chicos mientras la doctora de asistencia miraba al azabache.

— El doctor siempre hace lo mismo, por eso le gusta atender donceles — murmuró acomodándose en la banca — Yo recibiré a su bebé, puede comenzar a pujar.

— Gracias — se aferró a la mano de Naruto  — Duele... — comenzó a llorar del dolor.

— Sasuke... — le habló para distraerlo un poco y que aflojara el agarre, ya no tenía circulación — A lo mejor no es el mejor momento.

— Te voy a matar, no dejaré que me vuelvas a embarazar — gruñó molesto — ¿Falta mucho? — cuestionó con dolor.

— Ya se ve la cabeza, solo dos veces más y ya tendrás a tu bebé.

— Que ya salga — se volvió a quejar, el rubio limpió el sudor de su frente.

Las quejas de Sasuke, la doctora de apoyo alentandolo y Naruto nervioso era lo que existía en el quirófano.

Quizá unos cinco minutos más bastaron para que se inundará de llanto.

La doctora limpió un poco al bebé para presentarlo a sus padres, lo colocó con cuidado en los razos del azabache, quien no mencionó nada pero sonrió, acariciando con ternura la mejilla rosada del recién nacido.

Naruto estaba asombrado, era sumamente pequeña, se le veía una pequeña mata de cabello rubio.

— Hay que limpiarla y luego lo llevaremos a su habitación.

Limpiaron al azabache y lo llevaron a descansar un rato, Naruto debía ir a acomodar la nueva papelería del bebé.

Esperó en la sala hasta que le dijeran que podía entrar, vió a una enfermera entrar a la habitación de Sasuke con el cunero.