Capítulo 3

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Mientras estaba durmiendo profundamente debido al sueño acumulado, una extraña sensación comienza a recorrer todo su cuerpo y la despierta.
Se sentía observada mientras dormía a media noche y conocía esa sensación perfectamente, lentamente comienza a darse vuelta y a sentarse, mirando fijamente alrededor de su cuarto queda completamente impactada por la escena, se queda inmóvil, sin creer si lo que estaba sucediendo era real o una simple pesadilla.

Cerró los ojos.
—Tranquila, es una pesadilla, despertarás, despertarás...—Se tranquilizaba a sí misma.
—Abrió los ojos.

Lo que ella veía no era ni más ni menos que aquel mundo de sus pesadillas, se levantó de su cama, aún con sus pantuflas rosas casi arrastrando los pies por el sueño, paso una mano por su cara, no se encontraba completamente despierta.

Volteó y su cama ya no estaba, no había nada, estaba completamente sola.

Comenzó a observar aquel lugar, paredes gigantes de maleza y hiedra formaban muros que alcanzaban al cielo, un camino de tierra roja y hojas secas por todo el suelo, un sinfín de pasillos que se encontraban unos con otros para volver a cernirse sobre sí, se acercó a la maleza oscura y puso su mano sobre ella, al hacer contacto con su piel notó que traían espinas, por un intento de sacar rápidamente su mano, rozó una de ellas, lastimándose y sangrando.
—Auch...—Suspiró lentamente y se quedó completamente en silencio al escuchar un pequeño zumbido desde lejos.

Parecían sonidos raros que ella no había oído jamás, pudo prestar más atención conteniendo la respiración y ese sonido se acercaba más y cada vez más cerca de ella, sonidos de crujidos vibrantes, similar a un millón de helicópteros desde lo lejos.

Comenzó a distinguir los zumbidos, esos sonidos, no sabía lo que era... o eran.

—Bueno, parecen sonidos de... — Hizo una pausa—No ¿Pero cómo? pff, ¡aquello era imposible!

Miles de escarabajos, formaban pilas y pilas, amontonados dirigiéndose hacia donde ella se encontraba, los ruidos escalofriantes y asquerosos de estos insectos se escuchaban lentamente y fueron aumentando para convertirse en un sonido ensordecedor.

Natalí le tenía terror y pánico a los insectos, pero ese era uno de sus miedos ¿O no?

Acaso si hubiera una remota posibilidad de que "Lucy" supiera todos, pero absolutamente todos de sus más secretos y terribles miedos Natalí no volvería a dormir, aunque sea, no por cuenta propia...

Se detuvo en el medio de aquel gigante pasillo y trato de mirar hacia arriba, no se podía observar el cielo, la niebla sobraba y llenaba todo el lugar.

Cerró los ojos lo mas fuerte que pudo, el sonido no paraba y parecía que aquellos insectos saltarían sobre ella y no sabría con certeza que pasaría, lo único que hizo fue cerrar los ojos deseando con todo de sí salir ya de aquel lugar; El miedo comenzó a recorrer su cuerpo.

Detrás de ella, una pequeñita figura amenazante desprendiendo odio y oscuridad a su paso se aproximaba hacia ella, sonriendo sarcásticamente y muriéndose de ganas porque la mirara, cara a cara.

Natalí no era tonta, pudo notar muy bien lo que pasaba, sabía que era ella y lo sabía muy bien...

Sabía que era Lucy.

Sintió su presencia justo a su lado, junto con la brisa helada de aquel lugar, las hojas secas y el ruido de los escarabajos que ya no se escuchaba. Reinaba el silencio y Natalí solo podía aumentar sus ganas de salir rápidamente de allí.

Lucy camino lentamente hacia Natalí, acercándose a su oído izquierdo, cito susurrando:
—Esto...no es...un sueño.

Natalí continuaba con sus ojos cerrados, pudo notar como Lucy se paraba frente a ella, esperando que ella abriera los ojos, era simplemente imposible el pensar de que todo esto fuera real, no podía ni si quiera hacer sus propias conclusiones de que esto sea posible, no debía abrir los ojos si esto en verdad era real.

"Lucy" #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora