Capítulo ocho: Persecución espontánea

213 75 74
                                    

Melissa y Asher se suben al Lamborghini. Zaiden toma su motocicleta roja y Dylan sube a su motocicleta blanca, luego se colocan sus respectivos cascos. 

Siguen por la carretera el Lamborghini que Asher maneja a máxima velocidad.

Durante el trayecto Melissa intenta contactarse con Sara pero ella no responde a sus llamadas, lo cual preocupa a la pelinegra. Trata de mantener la calma y al mismo tiempo deseando llegar a tiempo. Asher la mira por un instante, se percata del miedo en su rostro por lo que incrementa la velocidad. 

Por otra parte los jóvenes se mantienen atrás del Lamborghini y en un segundo también aceleran. Zaiden sonríe al sentir el viento que recorre su cuerpo, la oscuridad enciende  su alma lo que lo hace uno con la noche.

Después de haber manejado durante una hora, Asher estaciona el auto. Diversas personas entran y salen del antro "Luz de media noche"  Melissa desabrocha a toda prisa el cinturón de seguridad, luego corre hacia la entrada. 

—¡Melissa! ¡Espera! —Dice Asher al salir del Lamborghini. 

—¡Corre! —Le indica la mujer. 

Asher corre hacia Zaiden y le entrega en sus manos dos pistolas. Luego sigue a Melissa. 

—¡Genial!— Dice Zaiden con sarcasmo—. ¡Ahora me toca quedarme afuera! ¿Si saben que vine a divertirme?

—Amor querías una aventura, está es tu aventura, vigila que no haya nada sospechoso aquí afuera —Exclama Dylan, después de haber estacionado su motocicleta. De su bolsillo saca tres pistolas y dos pares de cuchillos de bolso.

—A ti te toca la diversión y a mí la parte aburrida —Zaiden se cruza de brazos y desvía la mirada sintiendo una frustración en el cuerpo.

—Amor, te prometo que te compensaré —Dylan toma su barbilla, lo mira amorosamente y le da un suave beso en los labios. 

—¡Tu ganas! ¡Ya quiero probar esa compensación! —Dice Zaiden con una sonrisa pícara, los besos de su novio le derriten el corazón de ahí que acceda fácilmente. 

Dylan sonríe al ver los ojos soñolientos de su novio. En seguida corre hacia la entrada del antro. 

Melissa entra después de haber pasado los protocolos de seguridad. La música retumba en sus oidos, el lugar sigue igual que la última vez que estuvo ahí: repleto de personas, música, luces y un olor fuerte a cigarro y alcohol.

Asher sigue a Melissa hasta  las escaleras del segundo piso, al tener un panorama más amplio del lugar, busca a su amiga entre la multitud. En un minuto  localiza a Sara sentada en una mesa en forma de media luna con asientos de piel unidos en una sola pieza, la mujer se encuentra sentada en medio de los  cinco hombres que la tienen atrapada.

En breve baja las escaleras y se dirige hacia su amiga. 

—¡Melissa espérame! —Exclama Asher, pero ella hace caso omiso.

En un instante llega a la mesa en forma de media luna. Ella se queda parada frente a los cinco hombres con diversas botellas de alcohol en la mesa, vasos de vidrio medio llenos y billetes tirados en los asientos. Ella es consiente de que su guarda espaldas está atrás de ella, lo que le da valor para rescatar a su amiga.

—¡Sara! ¡Vamos a casa! —Melissa se acerca y extiende la mano a su amiga, en sus ojos puede ver el miedo que intenta disimular. 

—¡Hola belleza! ¿por qué no te nos unes? ¡Tu amiga esta muy solita aquí!—Dice el hombre robusto con una mirada llena de lujuria.

—¡Sara vámonos! —Melissa se siente nerviosa, al ver  que aquellos hombres le obstruyen el paso.

—Chiquita, ella no irá a ningún lado, es más fácil que te quedes tú —Dice un hombre con barba abundante, de pronto se levanta y se acerca a Melissa con la intención de tomar su hombro.

Mi Dulce Ángel Guardián Where stories live. Discover now