—Pero se perderán vidas que podríamos estar defendiendo. Si nos vamos ahora tan solo estaremos ganando una maldita estaca que ni siquiera sabemos si va a servirnos de algo en el futuro.

La loba se quedó quieta en medio del destrozado museo. La preciosa bóveda había estallado en mil pedazos y solo ahora eran conscientes de la presencia de cada fragmento de cristal verde sobre el suelo, cada corte que les destrozó la ropa y arañó la piel creando rastros de sangre a través de la estancia.

—¿Crees que no me duele dejar atrás a parte de mi unidad y a mi propio hermano sabiendo que quizás solo haya un resquicio de vida apegado a su piel? ¿Crees que no es duro para mí?

El avance de Hoseok hacia Elia fue detenido por la mano de Yoongi que él mismo había decidido sostener segundos atrás.

—Lo que estás a punto de aprender hoy forma parte del trabajo de guardián. Esta es quizás la lección más importante y también la más complicada, Elia. Se trata de aprender a sacrificar a unos pocos por el bien general, incluso si esos pocos son los pocos a los que adoras.

—¿Y realmente vale la pena? —Elia suspiró pero el aire que dejó sus labios se pareció mucho más a un suspiro.

—Lo sabrás cuando mires a todas las familias que nos esperan en la montaña y puedas decirles que al menos por unos días más su hogar seguirá siendo solo suyo.

Elia apartó la mirada de Hoseok.

—Yoongi, tú tienes que entenderlo. Tienes que ponerte de mi parte.

El lobo de tierra estiró su cuello, haciendo sonar el crujido de sus huesos para a continuación pasarse una mano por la frente. Apartó el cabello humedecido por el sudor, sintiendo que podría perder la cabeza o comenzar a gritar en cualquier instante. El tiempo lo era todo para ellos y discutir en ese instante quizás fuese lo que menos les convendría.

—Yo... —Yoongi tragó aire, su mano todavía atrapada por el tacto conocido de Hoseok y el parpadeo del corazón de este sonando fuertemente en sus oídos—. Al inicio de esta n..noche tan solo quería v..venganza, Elia.

La omega sureña lo observó, inclinando la cabeza a un lado con curiosidad e impaciencia.

—Pero a..ahora de alguna m..manera hay una ansiedad en mi pecho que me invita a correr detrás d..de él —y ahí estaba de nuevo. La maldita necesidad de mirarlo todo el tiempo, de mantener sus ojos siempre sobre Hoseok para perderse en la profundidad que el color lila del alfa implicaba cada una de las veces en las que los iluminaba. No podía dejarlo atrás de ninguna de las maneras, ya había perdido demasiado. No quería perderlo también a él. Que Adaham lo perdonase dónde sea que estuviese pero ese hombre que ahora se encontraba lleno de sangre y sudor era el hombre que su lobo necesitaba para empezar a sanar. Incluso si no tenía sentido, incluso si un repentino ataque y la visualización de un lobo conocido herido fue lo primero que lo hizo reaccionar así—. No sé s..si es c..correcto o no pero sé que confío en su palabra. Hoseok es un b..buen guardián, Elia. No haría nada p..para perjudicar a su m...manada. No lo seguiré c..ciegamente siempre, pero esta vez... Justo ahora... En medio de esto... Mis pasos van con él.

"Buen lobo, eres un buen lobo, Yoongi." —Hoseok le dedicó una sonrisa repleta de calidez al alfa de viento—. "Necesito esa paz conmigo. Te necesito."

—Elia, sé que es complicado y no puedo prometer que el arrepentimiento no llegue tan pronto como camines lejos de este museo pero por favor, te ruego que intentes escucharme. Lo más importante es conseguir que esta estaca nunca llegue a las manos equivocadas.

Y la omega, por algún motivo, decidió que podía seguirlos aun con la ansiedad pegada al cuello.

Si esa estaca era importante, la protegería de la mejor manera que sabía.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum