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Las brillantes luces de neón de color púrpura aparecieron lentamente a raíz de la intensidad de la granada de destello. Al recobrar el rumbo, Leon recordó de repente dónde estaba: en el centro de Ontario, y la calle estaba completamente destrozada. Al tambalearse desde su lugar en la calle adoquinada, el humo comenzó a disiparse, junto con el objetivo.
Ada Wong .
Sólo que no parecía ella. No podría haber sido ella. Ada nunca vistió de azul, pero la gente se desespera cuando huye.
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Un profundo suspiro escapó de sus labios cuando Leon finalmente regresó al departamento privado compartido que usted y él llaman hogar. Revisando el pequeño buzón, sacó algunos sobres y un pequeño paquete envuelto en papel antes de agradecer al portero. Ajustándose la correa de su bolso alrededor de su hombro, Leon prácticamente salió corriendo hacia el ascensor, sin querer nada más que tomar una ducha y quedarse dormido en tus brazos.
Mientras caminaba por el largo pasillo hasta la puerta de entrada, el teléfono celular de Leon vibró en su bolsillo trasero, alertándolo de la hora. 2:46 AM Era jueves, así que Leon sabía que estarías en la cama ya que tenías el viernes libre. Sonriendo silenciosamente para sí mismo, una sensación de alivio comenzó a invadir su cuerpo exhausto, pero eso fue rápidamente arrebatado por la visión de una luz brillando desde debajo de la puerta principal trasera.
