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Después de dos años de noviazgo, finalmente cedes y te mudas con Ethan Winters. Tu contrato de arrendamiento ha terminado, y su casa es más bonita que tus apartamentos, y de todos modos estás perdidamente enamorada de él, así que cuando te ofrece la oferta, le dices que sí. Luego te inclina sobre tu mesita de mierda del comedor para celebrar con un poco de sexo, lo cual es increíble, y la mesa sobrevive, a duras penas. Decides simplemente deshacerte de ella cuando te mudas. La mayoría de tus muebles van a un casillero de almacenamiento, pero de todos modos nunca te gustó esa mesa y al final hacía algunos ruidos bastante alarmantes. (Te reías mientras Ethan te hacía correrte por segunda vez, lo cual claramente pensó que era adorable.)
Él te hace espacio en su corazón, en su vida, en su armario y en el pasillo de arriba, porque tienes una mesita decorativa que quedará muy linda en la esquina. El día de la mudanza no es tan malo; tú te encargas de la mudanza mientras Ethan trae tus cosas a su casa por ti, y cuando terminas de guardar tus muebles, él ya está desempaquetando tus cosas. Tú tienes una olla de barro y él no; Tu aspiradora es mejor que la de él. Funciona bastante bien, considerando todo.
