، 🦋 : ¿Ves lo que haces?

En başından başla
                                    

—¡Mierda!

El sonido de algo caer lo hizo girar por instinto a donde el baño. Jarin lo escuchó también, se acercó a la pantalla con sus ojos entrecerrados, deseando salir del celular y mirar a todos lados de la habitación de su padre. Era algo nuevo.

¿Y eso?

—Nad...

Fue interrumpido por la voz de su hija, lleno de emoción.

¿¡Te interrumpí en algo!? Lo siento, ya no arruino tu momento con quien estás —negaba con su cabeza—. Luego tendrás que contarme de ese chico. ¡Diviértete! —subió y alzó sus cejas antes de colgar, dejando a un Jimin inmutado y confundido por la fácil deducción de su hija.

Ni siquiera lo dejó pensar una excusa tonta. Refutó y dejó su celular sobre la cama. Salió de esta, caminando hasta el baño, donde abrió la puerta y su vista fue opacada por el vapor del agua caliente de la ducha.

—¿Qué te pasó? —preguntó un poco preocupado.

Jungkook abrió el cancel, sacando su cabeza y sonriendo con sus ojos achinados. Una sonrisa de un niño pequeño y travieso.

—Se me cayó el envase del shampoo y lastimó mi pie. ¿La cagué?

Una sonrisa ladina llegó al rostro de Jimin. Negó y mordió sus labios, recargándose en el lavamanos.

—No reconoció tu voz —se encogió de hombros—. Te esperaré afuera, aquí hace mucho calor y no lo soporto. No entiendo como es que te gusta ducharte con el agua así de caliente.

Jungkook sonrió cuando el rizado salió quejándose de sus duchas. No demoró tanto en salir, quería llegar a la cama con él para poder besarlo y aprisionarlo en la habitación, para no dejarlo ir y quedarse ambos en ese espacio de cuatro paredes.

Jimin revisaba su celular, desinteresado, recostado boca arriba en la cama. Sus piernas cruzadas. Jungkook se secó su cabello sin cuidado, dejándolo aún mojado. Su toalla la arrojó al piso, llamando la atención del rizado, haciéndolo voltear.

—Recoge eso... —fue callado por unos labios encima de los suyos.

Una sonrisa en medio del beso, y por parte de Jungkook lo hizo mirarlo a los ojos. Sus pestañas grandes y sus azules brillosos, con sus pupilas puestas en él lo eran todo en ese momento.

—Buenos días —picoteó sus labios unas cuantas veces más. Tirándosele encima, con cuidado de no lastimarlo.

Jimin no se opuso, con Jungkook se dejaba llevar como fuera. De la forma en que lo tenía encima suyo, besando su cuello de forma coqueta y tierna a la vez. Sacando risitas de su parte, queriéndolo detener al poner sus manos en su cadera.

—Kook, ya.

—¡No! Un poco más, ¿sí? —formó un puchero—. Sólo recuéstate conmigo en la cama. Me gusta sentirte cerca de mí.

Jimin miró al techo, chasqueando sus labios porque su cuerpo ya se movía para poderse recostar encima del pecho de Jungkook, quien en cuanto lo tuvo en la posición que quería, empezó a acariciar sus rizos; y con su mano libre, acariciaba sus piernas. Jimin jugaba con la camiseta del castaño, tirando de ella con cuidado.

Su mente volvía a atormentarlo cada noche, cada vez que su hija lo llamaba, o que Jungkook le contaba de Jongsuk. ¿Cómo carajos tendrían algo con sus hijos saliendo? Y es que, en cierta parte no había nada malo, pero Jimin no podía con la idea de incomodarlos, o que los molestaran o vieran mal sus amigos nuevos al saber que sus padres salían, y ellos igual.

—Jungkook, ¿no crees que sería raro?

Jeon frunció su ceño, agachando su cabeza, sin comprender la pregunta que soltó sin más.

—¿Qué sería raro?

—Algo entre tú y yo por nuestros hijos y su relación. Mi hija es novia de tu hijo, si llegáramos a tener una relación, serían hermanastros. No veo algo muy cómodo una relación de novios y hermanastros —su tono de voz bajó, decayendo por la tristeza del pequeño obstáculo que tenían en medio.

Jungkook negó.

—No es como si nos fuéramos a casar —respondió en el mismo tono.

Un comentario que logró alejar a Jimin de él, al punto de tenerlo con sus ojos puestos encima, furiosos y sus labios en una línea fina.

—¡¿No piensas en un futuro conmigo?! —fue inevitable no alzarle la voz, haciéndolo dar un respingo en la cama, asustado—. ¡Hace poco te conté la maldita inseguridad que tenía por esos cometarios que hacías y vuelves a repetirlo! —salió de la cama, caminando con grandes zancadas hasta la puerta, abriéndola en un rápido y brusco movimiento—. Vete.

Jungkook negó y se puso de pie tan rápido como sus piernas le permitieron. No era a lo que se refería. Intentó tomarlo de sus brazos, pero Jimin se hizo a un lado. Intentando evitar su mirada.

—No quise decir eso. No de la forma en que piensas, Jimin —habló lleno de desesperación. No podía repetir lo de hace años.

—¿Entonces? —parpadeó seguidas veces, cruzando sus brazos sobre su pecho.

Jungkook, con cuidado lo tomó de la cintura, dejando pequeños besos en su rostro. Subiendo sus manos hasta ahuecar su cara, y besar de forma corta sus labios. Creando un chasquido al separarse.

—Me refería a que no es como si fuéramos a decirles que vamos a casarnos así, ya, en tres días y serán hermanastros —Jimin empezó a relajar la facciones de su cara a medida que lo escuchaba—. Te adelantas mucho a lo que puede pasar con ellos. No sabemos qué pase en su relación antes de la nuestra, o mientras la nuestra.

—O al revés —musitó. Obtuvo una ceja alzada de parte de Jungkook, esperando que fuera más claro—. No sabemos que pase entre nosotros, durante la relación de ellos.

Jungkook arrugó su nariz en desacuerdo. Tomando de nuevo su cara con sus manos, besándolo ahora de una forma más profunda y prolongada. Pegándolo a la pared. Sacando un suspiro del ojiverde.

—Ah, no —se burló—. Con nosotros va a pasar de todo, menos separarnos de nuevo. Yo no te vuelvo a dejar ir, rulitos.

Esa simple oración bastó para que todos los sentidos de su cuerpo, se encendieran. Subiendo la temperatura en su interior, erizando su piel y acelerando su pulso hasta hacerlo subir sus manos al cuello de Jungkook, tomarlo de la nuca y atraerlo a sus labios.

Escucharlo decir que no estaba dispuesto a perderlo de nuevo, era su más grande perdición. Aún más escuchando con ese tono dulce y grave, a segundos de haberlo tenido entre su boca.

not you again, please › kookminHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin