La Wu (Shang yu × Reader)

Mi sueño

Los años pasan y la vida se va. O almenos eso dicen. Sus años parecían darle más vida con el tiempo, al igual que sus hijos y su mujer. La más pequeña finalmente había nacido, su última hija. No tendría más, de eso estaba seguro. Pues según aquel sueño, diecisiete años atrás, tendrían diez hijos.

Una familia muy grande.

Por suerte, podía decir que era una familia armoniosa. Desde Charonia y Leydan, hasta ahora tener a otros ocho en los que nunca recordaba todos los nombres de la primera sentada. Pero sí sus apodos.

-Shang-

-¿Hm?-

-¿Y tus hijos?-

-¿Te refieres a todo el ejército o solo a los varones?-

-A todo el ejército-. Ríes, abrazando a tu esposo por la espalda. Estaba sentado en la orilla de la playa, mirando el atardecer.

-No tengo idea...- Sonríe. Y una pequeña revoltosa de dos años se le escapa de la camiseta.

-¡Boo!- Gritó, saltando sobre su padre pegándole una buena hostia en la barbilla.

-Tsk, ¡Bú! Me pegaste duro...- Se acarició a sí mismo mientras reías. Te sientas a su lado, mirando al mismo atardecer.

-Sé que iba a tener muchos hijos, ¿pero diez? Eso no me lo esperaba-.

-Y estas igual de hermosa que cuando te conocí-. Bajas la mirada. Realmente no habías engordado. Quizás era por tanto ejercicio y yoga durante los embarazos. Pero sin duda ya no tenías veinte y seis años, tenías cuarenta y tres.

-Si claro. Estoy vieja-. Le empujas, a lo que él suelta una carcajada.

-¡Tengo cincuenta y siete! Conmigo si has de tener cuidado, mocosa-.

-Las canas se te ven hermosas-. Ríes juguetona a la par que él se acerca a tí.

-Y doy para jugar un poco más...- Jugueteó con las cejas, lo vuelves a empujar sacándole risas desde lo más profundo de los pulmones. Recibes su beso y sientes algo levantarte la camisa enorme que tienes puesta, por supuesto, era tu hija buscando un seno del que comer.

-Ugh, se pegó. ¿Es que no para de comer?- Farfullas sintiendo como tu marido te hace recostarte en la arena para darte un par de besos más. Sostienes a la nena por inercia, no queriendo que te arrancara el pezón.
-Cuidado...- Ríes.

-Ella va a sobrevivir-.

-¡Ma'!- Llegan dos jóvenes, idénticos como el reflejo en un espejo. Tenían cuerpos grandes, era de esperarse a causa de su padre. Los gemelos de quince años, Elon y Ash, llegaban corriendo desde el corazón de la playa. Tenían la complexión de su padre, más sin duda eran copias tuyas.

-Ay, almenos cúbrete- Farfulla Ash, acercándote para bajarte la camiseta y tapar a su hermana menor, Zara. 

-Como si no me vieran en peores condiciones-.

-Tener que verte parir es un trauma que nunca superaré-. Elon, al contrario de Ash, era muy sentimental en ciertos aspectos, asustadizo, pero a la misma vez podía ser muy distraído de las consecuencias de sus actos.

-¿Podemos ir con Ariál, Leydian, Kenai, y Jun al parque de la ciudad?-.

-¿Qué hay?-

-Un juego de baloncesto-.

-Lleven a Charonia y Mile también-. Responde Shang Yu, que bien conocías a sus hijas.

-Ellas van a ir, ¡con el otro equipo!-