Rey

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Otro día, otro amor. Almenos, así se sentían los días contigo, muy pocas veces se repetían rutinas y en las rutinas pocas cosas se repetían. Después del estirón y la meditación de la mañana decidieron desayunar. Hoy el menú era especial, bueno, siempre lo era; pero él nunca había probado el mangú.

-Dame otro-

-No-

-¿Porqué no?-

-Ve y sírvete tú solo-

-Dale, nena- Volveaste los ojos soltando una risa.

-Déjame terminar de comer, y limpiate la la boca-

-¿Sabes qué? Me voy a servir yo solo.- Se levanta pero rápido le agarras del pantalón.

-¡No te atrevas! Me vas a dejar sin nada- El ríe y se vuelve a sentar a un lado tuyo. Ahora repartiendo besos por tu mejilla rogando por otro plato. Ríes y volteas los ojos, te levantas mientras comes y le sirves otro plato, este menos lleno que los anteriores.
-Ya, esto es todo- Le das el plato y te hace un mohín, pero al ver tu rostro de "no te voy a dar más" se conformó.

[...]

-Ugh, mierda...- Suspira Shan Yu, sintiendo tus manos masajear su cabellera.
-Me hacía falta...- Su cabeza estaba entre tus piernas mientras el resto del cuerpo yacía bajo el agua de la "tina" bajo la colgante choza.

Sentirse entre tus muslos, el silencio y tus dedos eran todos factores de su relajación. Todo era tan tranquilo, y más aún cuando ya había pensado en todos sus problemas al meditar. No se tenía que preocupar por ellos en la mayoría del día o se esforzaba por resolverlos, hoy era la primera opción.

Pensar en nada era relajante, y más cuando la única interrupción a esa nada eras tú.

-Te ha crecido mucho el cabello, y te está saliendo de donde no tenías- Él suelta una risa ante tu comentario, tenías razón, le estaba creciendo más cabellera que antes.

-Será el estrés que tenía antes...-

-¿Por eso estabas calvito?- Ella ríe y le saca una carcajada a él.

-Tampoco estaba calvo-

-Estabas a punto de-

-Ya deja de hablar de mi pelo o te tiro al agua-

-¡No!- Ríe al ver la mano de Shan Yu intentar agarrarrarla, entre risas lo esquiva hasta que él se cansa de jugar.

Él se pone boca abajo, ahora sacando los codos de debajo del agua y abrazando tus muslos. Ríes nerviosamente por la cercanía, él te baja los pantalones hasta más o menos la rodilla y conduce su cabeza por el espacio que la tela deja libre. La bruja se muerde el labio, soltando un suspiro pesado y luego dejando una mano en la cabellera de Shan Yu. La lengua del hombre pasaba tortuosamente por sus pliegues provocando los gemidos de la mujer. Ríe, pícaro. Levanta la vista a ella mientras la saborea, su rostro valía un millón de wones.

Aquella expresión maquillada con un sonrojo y ese rostro suplicante de placer lo llenaban de energía. Por unos segundos, podía ver tu aura, y la veía cambiar. Esos tonos de placer solo lo inspiraban a continuar, era la primera vez que te hacía un oral, pero parecía saber muy bien lo que te gustaba.

-Mocosa- Se burla y abre más tus piernas, separando tus pliegues con los pulgares dejando aquella fisura mostrarse. Estaba palpitante, y se veía feliz de ser mostrada. La lengua de Shan Yu se hace espacio a su interior, teniendo que levantar un poco tu cuerpo para poder meter lo que quería, que era todo lo que podía.

Tu interior empezó a ser embestido por su lengua. La espalda se arquea y el interior babea. El nombre del huno sale de tus labios sin pena. Él solo quería complacerla a ella, a su perfección. Nunca lo admitía en voz alta pero aquel era el sobrenombre que llevabas en su mente: perfección. La calidez del agua cubriendo su cuerpo y tu sequedad volviose mojabilidad por su tacto le excitaban. Su suavidad se volvió dureza, su tranquilidad se volvió pasión. Sus ojos ámbares se nublaban de aquella visión primitiva y natural.

La Wu (Shang yu × Reader)Where stories live. Discover now