Love Of My Life ||Steve Harrington||

11. Una Navidad divertida

Por fin había llegado una de mis épocas favoritas del año.

Después de ese día, Will tuvo que seguir unos días más en el hospital por precaución y cada cierto tiempo debía ir a sus revisiones. Nunca pensé que todo lo que había vivido podía ocurrir, siempre pensé que eso solo pasaría en las películas, pero me equivocaba.

Solo esperaba que todo lo malo hubiera pasado, porque necesitaba un respiro de todo esto, o tal vez unas vacaciones para olvidar un poco todo esto. Ser niñera era un trabajo demasiado difícil y más siendo niñera de los chicos más traviesos que conozco. 

Ahora me encontraba en mi casa, Steve estaba en la cocina porque había decidido que él iba a cocinar, lo cual me preocupaba un poco porque no sabía si de verdad era un buen cocinero, pero dejé que siguiera a lo suyo. Ni siquiera entré en la cocina, para no molestarlo, aunque la verdadera razón por la que no había entrado era para no ver la cocina, no lo iba a negar, estaba bastante asustada.

¿Y si me quemaba la casa en el intento?

De solo pensarlo se me bajaba la presión y la sangre abandonaba mi cuerpo. No podía creer que esto estuviera pasando.

¿Cómo es que Steve y yo estábamos juntos? Sinceramente, nunca pensé que eso pasaría, era algo que no estaba en mi mente, siendo que hasta hace poco me caía mal, en fin o yo me había golpeado la cabeza o él tenía un encanto que lograba que ese sentimiento se me borrara de la memoria.

Pero decidí arriesgarme y caminar hacia la cocina antes de ir a buscar a Daniel, tendría que dejar por un rato a Steve así que quería asegurarme que todo estuviera bien.

—Steve —miré todo anonadada, no era algo que me había esperado. 

La cocina estaba bastante limpia y había varias cosas preparadas, aunque sentía que sería un bastante comida solo para tres personas. Mis padres no estarían por Navidad, pero sí Steve. El cual nos propuso a mi hermano y a mí hace unos días que fuéramos a comer a casa de sus padres, tanto por Navidad como por Año Nuevo, porque tampoco estarían nuestros padres por esas fechas. 

Aunque sinceramente no me sorprendía en absoluto, lo bueno es que tendríamos a una gran familia que en poco tiempo nos había acogido, sin importar nada. Incluso había invitado a Hopper para que se uniera a la cena de hoy, me costó un poco, pero lo había conseguido. 

Después de todo, desde que lo conocimos siempre había mostrado un interés en nosotros, y solía traernos la cena o simplemente se quedaba con nosotros para que nada malo nos pasara. Lo que significaba demasiado, tanto para Daniel, como para mí.

—Wow —era lo único que podía decir. ¿Cómo es que Steve Harrington sabía cocinar? ¿Y como es que podía ser tan ordenado?

No me había esperado para nada todo esto de él, pero me había sorprendido positivamente.

—¿Qué ocurre amor? —se giró para verme con una pequeña sonrisa, limpiándose las manos con un trapo que tenía cerca y cuando terminó se la colocó

—Me he quedado sin palabras, ¿desde cuándo tú? Bueno, ya sabes a qué me refiero —él soltó una pequeña risa. 

—Bueno, ya veo que te sorprende esto viniendo de mí, pero agradéceselo a mi madre que me enseñó y tal vez es algo que incluso a mí me gusta, pero no lo digo, porque adiós a mi faceta —volteé los ojos divertida acercándome a él para abrazarlo por la cintura—. Espera amor, no quiero ensuciarte.

—Como si eso me importara en estos momentos, quiero un abrazo de mi novio —no era algo que me había pedido oficialmente, pero nosotros nos considerábamos una pareja y no necesitaba que hiciera algo para pedírmelo, porque así como estábamos, estábamos bien y era lo único que importaba.

—Qué cariñosa se volvió mi hermosa novia —bufé sin dejar de abrazarlo, me sacaba una cabeza seguro, pero era lo de menos.

—Cállate idiota. Ya no pienso demostrar mío amor de esta manera nunca más —él soltó una risa, le miré para descubrir que me estaba mirando.

—Eso es algo imposible, porque por mucho que digas eso, los dos sabemos que no será la última vez. Además, sabes que me gusta que seas así de vez en cuando —solté una pequeña risa asintiendo. 

—Debería ir a buscar a Daniel, ¿seguro que puedes con todo? Puedo decirle a Jonathan si puede... —él se acercó rápidamente hacia mí, tomándome por los hombros con una gran sonrisa.

—Ve tranquila. Todo está demasiado controlado, y estoy seguro de que, para cuando volváis, todo estará listo. Solamente te pido que tengas cuidado, no creo que te esté pidiendo mucho —volteé los ojos divertida asintiendo.

—No te preocupes, estaré bien y volveremos pronto para cenar todos juntos. Espero que Hopper venga también —él asintió.

—Estoy seguro de que lo hará, pero tal vez llegué tarde o bueno, quién sabe y llega antes que vosotros —se calló por un momento—. Ay no, más te vale llegar antes tú, porque no creo que pueda soportar estar en una habitación solo con él. No quiero morir tan joven —habló él un poco asustado. No iba a negarlo, me divertía bastante verlo de esa forma. Digamos que Hopper era bastante sobreprotector conmigo y con Daniel, pero más conmigo, y era evidente porque tenía novio. 

Aunque al principio me sorprendió, porque pensé que no era su estilo y menos si nos conocíamos desde hace unos meses.

Sinceramente, no me disgustaba, es más, me hacía bastante gracia ver a Hopper de esa manera y ver el rostro asustado de Steve hacía que valiera la pena. 

En verdad a Hopper le agradaba demasiado Steve, pero quisimos asustarlo, así que ahora el pobre Steve cuando se enteraba de que tenía que estar solo con Hopper, solo quería que la tierra lo tragara.

—Prometo no tardar demasiado, pero si eso pasa, será culpa de Daniel. Así que cualquier queja que tengas al respecto, comuníquesela a mi hermano pequeño —él soltó un pequeño suspiro.

—Los dos sabemos que no podría decirle nada malo a tu hermano, porque es un chico increíble y porque si lo hago, acabo muerto. Aprecio demasiado mi vida como para arriesgarme de esa manera —sonreí—. Tú ya sabes que arriesgaría la vida por ti, ¿verdad?

—Lo sé, pero me encanta escucharte decir eso. Te sienta bastante bien y te ves adorable en estos momentos.

—Me veo adorable siempre —hice una pequeña mueca, ocultando mi diversión—. ¿Sabes una cosa? Ve mejor a buscar a Daniel, porque me estás haciendo sentir mal y estás rompiendo... —le interrumpí divertida.

—¿Tu pequeño y lindo corazón?

—Por supuesto —los dos comenzamos a reír. 

—Vuelvo en un rato —susurré con una pequeña sonrisa.

—Yo aquí te espero. Tener cuidado —asentí y le di un beso en la mejilla para salir de casa e ir hacia el coche para poder recoger a Daniel y de esa forma pasar las Navidades los cuatro juntos. 

Estaba segura de que sería una gran noche y si no era así, haríamos lo que fuera para conseguirlo.

NOTA DE AUTORA

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Lamento tanto tardar en actualizar, intentaré ser más constante.

Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.

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