Love Of My Life ||Steve Harrington||

7. Decepcionada

Había pasado unos dos días y la verdad es que la cosa no estaba mejorando para nada. No había rastro de Will, Joyce estaba peor según me dijo hace unos minutos Jonathan, porque estábamos de camino para ir al instituto. Según Daniel, la chica que encontramos en el bosque tenía poderes, pero no quise decirle nada a Jonathan, porque ya tenía bastante.

Al llegar Daniel salió corriendo para ir con sus mejores amigos, logrando que Jonathan y yo soltáramos una pequeña carcajada. Salimos y entramos dentro, la verdad es que no tenía muchas ganas de estar en el Instituto, pero no tenía de otra.

De pronto a lo lejos pude ver a Nancy y como todos la miraban. Miré a Jonathan porque no le había preguntado que había hecho ayer y tenía demasiada curiosidad.

—¿Qué hiciste anoche? —él miró con una pequeña sonrisa.

—La verdad es que nada, estuve en casa —asentí poco convencida, tampoco lo presionaría y si él había dicho que estuvo en su casa, pues lo creía.

—Bien mi querido mejor amigo —él sonrió y le abracé por los hombros, pasara lo que pasara, siempre seríamos mejores amigos.

—Vamos a clase —asentí.

Los dos fuimos a nuestra clase, y debía reconocer que las clases antes del almuerzo se me habían pasado demasiado rápido, así que los dos salimos.

—¿Te importa si voy un momento al aula de fotografía? Debo revelar algunas fotos —asentí con una pequeña sonrisa.

—Nos vemos luego —él asintió con una pequeña sonrisa y yo me fui al gran comedor para sentarme lo más alejada posible.

Estaba jugando con mi pudín cuando vi a Nancy sentarse al lado de Steve y sus dos amigos idiotas. Volteé los ojos y saqué un libro para leer en lo que terminaba el descanso.

De pronto escuché a los idiotas de sus mejores amigos imitando sonidos de gemidos, logrando que me dieran arcadas. Por eso todo el mundo estaba viendo a Nancy.

—¡Nancy y yo no hicimos nada! —espetó él claramente molesto. 

Vi como él dirigía su mirada hacia mí, así que me levanté para salir de ahí lo más rápido posible, tampoco sabía por qué me portaba de esta manera, debía importarme poco.

—¡Maya! —caminé más rápido saliendo del instituto, pero él me agarro del brazo para tirar de mí, lejos de todo el mundo.

—¡Qué! —espeté molesta soltándome de su agarre.

—¿Por qué estás enfadada? —me miró.

—No lo estoy.

—Lo estás, te conozco —lo interrumpí.

—No, no me conoces Steve —él asintió.

La vez que vi a Steve de pequeños, no fue la última vez que lo vi, con el tiempo mi madre y la suya se hicieron amigas y bueno, por un tiempo nos llevamos bien, hasta que cada uno tomó caminos separados, por eso hacía como si no lo conociera. Quería empezar de cero, quería dejar el pasado atrás.

—Te conozco y sé que mucho no has cambiado. Sigues siendo esa niña de buen corazón que se preocupaba por todos Maya. No te hice nada malo para que me odiaras de esta manera, sé perfectamente que la cago continuamente, pero no lo hago porque quiero hacerte daño o para que me veas como un imbécil.

—Es justo como te veo Steve —susurré.

—No hice nada —le miré confundida—. Lo que dicen ellos es una mentira, no hice nada con Nancy, lo juro. No podía hacerlo y no quiero hacerlo.