Capítulo 15

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Madison.




Hago un berrinche moviendo mis pies como niña pequeña ante la vergüenza que siento. me estoy mirando en el espejo y de solo pensarlo me vuelvo a sonrojar. Es muy normal que me haya manchado el trasero si tengo el periodo y me baja como si fuera a morir, pero eso no quita que me sienta muy avergonzada de que Alex me haya visto.

Ya solo espero el momento en que cumpla la edad suficiente para que este martirio se detenga para siempre, por ahora solo me toca sobrellevarlo comiendo algo dulce y delicioso. Como, un cereal.

Me puse mucho más bonita de lo que era y salí de mi habitación hasta llegar a la cocina. Por la hora creí que no me toparía con malas compañías, pero me equivoqué. Era muy tarde para dar media vuelta e irme.

Por cierto, ¿Dónde está Alexander?

Es incomodo al punto que hemos llegado para estar así, sin hablar y con el único ruido de los cubiertos chocando con el plato. Con mi plato en mano me muevo a la mesa, pero en cuanto me siento Hazael se pone de pie muy rápido que me asusta y luego de recoger su plato se va.

Supongo que así son las peleas entre hermanos.

—Amanda avisó que vendrá por la tarde. Al parecer tiene buenas noticias—Enoc rompe el hielo.

—¿Por qué no me lo avisó a mí?

—No lo se.

Bueno, era lógico que mamá hablara primero con los hermanos O'Brien ya que son los hijos de Erick, pero pudo avisarme a mí también. Aunque no voy a sentirme celosa por eso.

—Quiero disculparme Madison—dejo de mirar el plato con cereal y lo veo fijamente.

—No hiciste nada malo.

—Entiendo que ahora tienes algo con Alex y en todo caso quiero que sepas que me gustas, mucho—pasé saliva—. No lo digo para que acabes con lo que sea que tienen Alex y tú, pero si lo hago porque siento que era momento de ser claro contigo. No llamaba solo porque estaba preocupado, llamaba porque quería un acercamiento y llegar a más contigo. No fui claro y me arrepiento.

¿Qué?

Con todo lo dicho el gato se comió mi lengua.

No sabía que responder, solo sentía mi corazón latir mucho más rápido.

Enoc me estaba diciendo que le gusto y está arrepentido de no ser claro antes y yo no sabía que decirle. Porque en primer lugar no tenía nada con Alex tal como él se los hizo saber, pero no era capaz de desmentir eso.

Enoc seguía gustándome, en realidad jamás dejó de hacerlo, pero ¿Por qué no puedo pronunciarlo? ¿por que no puedo desmentir lo que se supone que tengo con Alex?

Seguía mirándome esperando una respuesta, un insulto o algo.

Me dispuse a comer un poco para borrar de mi garganta todo aquello que me impidiera hablar, tragué y pude hacerlo.

—¿Lo dices porque crees que perdiste tu oportunidad? —asiente lento.

—Se que duermes con Alex—lo dijo justo cuando llevé otra cuchara llena de cereal a mi boca. Me hizo atragantarme y comencé a toser—. Lo vi cuando iba bajando, semi desnudo y con una erección.

¡Oh Dios!

Esa erección me hizo sonrojarme tanto. Juro que quería apartar mi vista de su cuerpo y sobre todo de esa parte, pero el muy maldito se estiró delante mío y eso apuntaba directo hacia mí. Es muy arrogante pensar que ese miembro estaba así por mí, porque no es así, todos los hombres despiertan con una erección.

Madison Por dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora