— Es una maravilla – dijo él.

— ¡Bienvenido a casa, hermanito! – dijeron los gemelos al unísono.

— Feliz – empezó Fred – Cumpleaños – continuó George – Draco – terminaron juntos.

— Gracias, chicos, de verdad – les dijo y los abrazó.

— Oh, hola, Hagrid – saludó Molly Weasley saliendo de la casa, y tras ella venían Ron, Percy y la pequeña Ginny – oh, hola querido..

— Hola, señora Weasley, es un gusto volver a verla – Draco le devolvió el saludo – con Hagrid fuimos al callejón diagon, y les traje estos regalos, esto es para usted señora Weasley; los gemelos me comentaron que le gusta mucho ese mago – le entregó el libro y Molly lo observó encantada.

— Querido...yo no puedo...– divagó la mujer.

— Es de usted, no estoy pidiendo nada a cambio – mencionó Draco – este es para ustedes, fotocopias – les entregó todos los artículos de bromas que compró.

— Gracias, hermanito – agradecieron.

— No hay de que – contestó – esto es para ti, Weasley – se dirigió a Ron – son varitas de regalis – Ron hizo una seña de agradecimiento – Percy...no te traje nada porque no sé qué te gusta.

— No te preocupes, Malfoy – contestó – la verdad, yo no necesito nada del hijo de un tonto morti..

— Percy, cariño, por favor cállate – lo interrumpió Molly – no le hagas caso, querido.

— No se preocupe, señora Weasley – le dijo Draco, fingiendo poco interés – casi lo olvido, pero, esto es para tí – se dirigió hacia Ginny y ella quedó embobada viendo el hermoso vestido que Malfoy le compró.

— Es muy hermoso, gracias · le agradeció con su voz chillona y dulce a la vez – mira mami.

Por desgracia de Draco, le tocó compartir habitación con Ron, y él para nada estaba cómodo con la presencia del rubio en su habitación

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Por desgracia de Draco, le tocó compartir habitación con Ron, y él para nada estaba cómodo con la presencia del rubio en su habitación.

Las mañanas en casa de los Weasley eran muy ruidosas, puesto que; Arthur llegaba muy cansado de sus redadas en el ministerio que podían durar hasta más de cinco noches, o incluso una semana.

Cuando el pelirrojo mayor llegaba, los chicos hacían bastante ruido por qué todos deseaban hablar con él.

Molly hacia desayuno desde que salía de su habitación, y hacia mucho ruido, en todo lo que limpiaba, y cosas por el estilo.

Y apesar de amar estar ahí, habían cosas que Draco no soportaba.

— Oigan, escucharon que Harry Potter es el jugador más joven en un siglo – dijo la pelirroja menor en un suspiro – es perfecto..

Y eso era algo que Draco odiaba, escuchar a Ginny hablar incontrolablemente sobre Harry Potter.

La niña no paraba de hablar sobre Harry, al parecer estaba enamorada o mejor dicho obsesionada por él a los ojos de Draco.

— Ginevra Weasley - Molly la llamó a la atención – estamos comiendo, cariño, tus hermanos y Draco se ven incómodos, por favor.

— Perdón, mami – bajó la cabeza algo apenada.

— ¿Aver cómo está eso de que quieres estar en el equipo de Quidditch, pero a la vez no? – le preguntó George a Draco

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— ¿Aver cómo está eso de que quieres estar en el equipo de Quidditch, pero a la vez no? – le preguntó George a Draco.

— Simple, quisiera pero no hay ningún puesto disponible, supongo – mencionó – aparte tengo el club de lectura con Hermione, si entro al equipo no estaré centrado en el totalmente, y para rematar...quiero en unos dos o tres años más, prefecto.

— ¿Deseas ser prefecto? – preguntó Ron.

— Si, Weasley – contestó Draco – mi padre también lo fue, bueno, en Slytherin.

Fred que hizo ademán de decir algo, se vio interrumpido por un chico de pelo castaño, ojos de color miel, una altura muy notable y que Draco conocía muy bien; Cedric Digorry.

— Hola, muchachos – saludó el Hufflepuff – ¿Malfoy?

— Hola, Cedric – saludaron los tres.

— Hola, Digorry – le dijo Draco.

— ¿Qué haces aquí? – le preguntó curioso.

— Bueno, los gemelos me invitaron a pasar el resto de vacaciones acá en la madriguera – explicó – y no pude negarme.

— Fantástico – contestó él – pues si es así, yo..no sé, ¿podemos adelantar la lectura de ese libro que me recomendaste, juntos?

— Si, claro, cuando gustes – le contestó él rubio, y Digorry le sonrió de una manera que hizo delirar a Draco....

Los Elegidos  || Harco Where stories live. Discover now