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Narrador omnisciente:

— Ron, de verdad no lo soporto – dijo Harry.

— Harry, yo creo que es agradable, o bueno, Fred y George al menos si – dijo Ron con la boca llena.

Estaban en el gran comedor, era hora del almuerzo y en unos 40 minutos irían a su primer clase con Severus Snape.

— ¿Agradable? – preguntó Harry incrédulo – más bien desagradable...

— Bueno, si te pones a pensar, Granger también lo es – susurró Ron.

— Ni lo menciones – dijo Harry en el mismo tono.

Desde la mesa de profesores estaba Hagrid esperando a que Draco ingresara al lugar, pero luego de un rato de ver que no lo hacía fue hacía Harry y Ron.

— Hola, Harry – saludó – hola, Ron.

— Hola, Hagrid – saludaron ellos.

— Sólo paso a darte esto – sacó unas cartas de su bolsillo – léelas, esta es de Draco, adiós.

Querido Harry:

“Sé que tienes las tardes del viernes libres, así que ¿te gustaría venir a tomar una taza de té conmigo, a eso de las tres?

Quiero que me cuentes todo lo de tu primera semana.

Envíame la respuesta con Hedwig.”

Hagrid.

— ¿Iremos? – preguntó Ron.

— Si – contestó Harry.

Clase de pociones

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Clase de pociones...

Los niños de Gryffindor y Slytherin habían llegado al salón de clases del profesor Severus Snape, el tan desagradable profesor de pociones.

— Toma, Malfoy, Hagrid te la envío – dijo Harry dejándole en la mesa la nota de Hagrid bruscamente a Draco.

Amado Draco:

“Quisiera invitarte para mañana a tomar el té, recuerdo que me contaste que en el orfanato te gustaba hacerlo, espero y puedas venir acompañado junto a Hermione, vaya esa niña me cae muy bien tanto como tú. ”

Envíame tu respuesta con Mirr.

Tú amigo, Hagrid.

Draco sonrió un poco y guardó la carta en el bolsillo de su pantalón.

— Hermione – llamó la atención de la castaña – Hagrid nos invitó a tomar el té con él mañana.

— Qué bien, Draco – contestó ella – el único plan que tenía después de las clases era ir a la biblioteca.

— Yo igual, pe.. – Draco fue interrumpido por el profesor Snape, si, su padrino, quién dió un discurso fascinante a ojos de él, Hermione y los Slytherins.

Snape, como cada uno de los profesores, comenzó, pasando lista.

— Ah, si  murmuró Snape – Harry Potter, nuestra nueva…celebridad.

Blaise Zabini río tapándose la boca, Snape terminó de pasar lista y miró a la clase, sus ojos eran tan negros como los de Hagrid, pero no tenían nada de calidez en ellos, eran frios y vacíos.

— Ustedes están aquí para aprender la sutil ciencia y arte exacto de hacer pociones – habló casi en un susurro – quiero que sepan que no acepto ineptos en mi clase, si alguno comete un error se le restarán puntos a su casa.

Harry y Ron se miraron algo confusos entre ellos ante el discurso de Snape, Draco se sintió un poco incómodo, y Hermione estaba desesperada por demostrar lo que tanto sabía de pociones.

— ¡Potter! – exclamó Snape – ¿qué obtendré si añado polvo de raíces de ásfodelo a una infusión de ajenjo.

Harry miró a Ron confundido al no saberse la respiración, y Hermione levantó la mano, más fue ignorada por el hombre.

— No lo sé, señor – contestó Harry.

Los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón.

— Es evidente que la fama no lo es todo – dijo, nuevamente ignorando a Hermione – veamos otra vez, Potter, ¿donde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar?

— No lo sé, señor – repitió Harry apenado.

Draco quiso reír pero se aguantó, no quería dar mala impresión de él a su padrino.

— Se ve que no ha abierto ninguno de los libros, Potter – mencionó Snape, ignorando aún más la mano temblorosa de Hermione – ¿Cuál es la diferencia, Potter, entre acónico y luparia?

— No lo sé, señor – contestó Harry con calma – pero, creo que debería preguntarle a Granger o Malfoy, ellos tal vez si se saben las respuestas.

— Pues, comprobemos si es cierto – dijo Snape – señor Malfoy, responda cada una de las preguntas, ¡baja la mano, niña! – exclamó hacía Hermione – pero antes, 50 puntos menos para Gryffindor, agradezcan a su compañero el señor Potter; veamos si el señor Malfoy logra recuperarlos.

— El asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir, es tan poderosa que es conocida como filtros de muertos en vida – dijo Draco perfectamente, y Severus curvó sus labios en un gesto de orgullo – un bezoar es una pieza sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor partes de venenos  – Harry rodó los ojos –  y lo que se refiere a acónico y luparia es la misma planta, señor.

— ¿Y bien, por qué no están apuntando esto? – dijo Snape – 20 puntos a Gryffindor.

— Me cae pésimo el profesor Snape – dijo Harry – cómo me habló fue lo peor, Ron

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— Me cae pésimo el profesor Snape – dijo Harry – cómo me habló fue lo peor, Ron.

— Si, es un tipo horrible – opinó – sólo favoreció a Malfoy porque es su ahijado.

— ¿Su ahijado? – preguntó Harry.

— Si, al parecer, Snape es el padrino de Malfoy – le respondió Ron.

Harry se quedó pensando en una forma de hacerle pasar un mal momento a Draco.

Los Elegidos  || Harco Where stories live. Discover now