9. The Hob

269 8 0
                                    

CAPÍTULO 9: THE HOB

POV CORIOLANUS

Sejanus está esperándome en la mesa que habitualmente ocupamos previamente a los conciertos del Covey. Lucy y sus familiares habitualmente están muy atareados en las tres horas previas, así que prefiero no estorbarlos y pasar tiempo con otras personas.

−¿Y esa sonrisa? Tú luces muy feliz, Coryo.

−Y tú también. ¿Fuiste al bar?

−Sí, para el almuerzo –comenta sin poder entrar en detalles, al igual que yo. Lo que hacemos con nuestras novias, así sea una charla insignificante, nunca podemos hablarlo en público–. ¿Cómo está ella?

Miro alrededor para asegurarme que nadie nos esté observando y luego a mi amigo.

−Ella está mejor. Pero curiosamente estaba muy alterada con el problema de la ropa.

Abro una lata tamaño grande de gaseosa fría que él dejó para mí, y espero a que el gas se reduzca para abrirla completamente para empezar a tomar. Mientras Sejanus me ofrece un sorbete y yo lo agarro, para ponerlo en el agujero.

−¿Se nota? –pregunta en clave en voz muy baja.

−Lo suficiente para levantar sospechas –reconozco.

−Tal vez haya transcurrido más tiempo del que creen –explica.

−Se me ha pasado por la mente eso. Un mes más. Un mes menos... Me da igual –finalizo quitandole importancia a un asunto tan insignificante como el tiempo que transcurrió desde la concepción. 

Siempre hemos una pareja fiel y leal, nunca hemos mirado siquiera a otras personas. Que tenga uno, dos o tres meses, no cambia el hecho de que Lucy está embarazada y de que sea ese sea mi hijo. Nuestro bebé. Puede ser que mi novia haya superado el primer trimestre, lo que solo nos daría dos meses de gracia para continuar con el embarazo como si fuera un secreto y han pasado dos semanas desde que lo confirmamos con pruebas caseras de farmacia. El reloj empieza con su cuenta regresiva y no podemos evitarlo.

Me obligo a comer algunos de los snacks y rodajas de fiambre con pan y aderezos solo para no llenar mi estómago de gas exclusivamente, a pesar de haber comido junto con Lucy un rato antes de venir aquí.

Dejando de lado las charlas a medias sobre temas que no podemos tocar aquí, empezamos a conversar sobre asuntos más relajados y chismes sobre nuestros compañeros que no involucran tampoco a otras mujeres, salvo que sean conocidos por involucrarse con varias simultáneamente, lo que podría decirse que no afecta a su reputación, como si sucedería en nuestros casos. En el fondo, creo que todos sentimos bastante respeto por las relaciones monógamas ajenas de los demás. Nunca dejamos que pasen de simples rumores. Siempre callamos, aunque escuchemos sobre ello. Posiblemente solo sea el miedo, de que luego seamos nosotros los que estemos en boca del resto... o simple camaradería. Como sea, el resultado es positivo y armónico: un silencio absoluto, respeto y entendimiento.

Cuando vemos que todo el lugar se va llenando con el esperado regreso del Covey, miro Sejanus y le pregunto si se va a quedar sentado. Él dice que sí, y aunque no me dice el motivo, sé que él va a servir de vigilante y esperará a que la amiga de su novia aparezca en breve. Yo solo me voy acercando al escenario cuando una voz me detiene.

−Snow, que "sorpresa" verte por aquí.

Giro mi cuerpo en dirección al hombre. Hombre, no.  Adolescente. El hijo mayor de la familia Mellark, que está a cargo de una tienda de conveniencia y panadería. El lugar favorito de Lucy y de mí para comprar productos de panificados y pastelería, sobre todo. Pelo rubio, piel muy blanca y ojos azules. Atractivo y de rasgos bastante típicos entre los comerciantes de Doce. Incluso la novia de Sejanus es así. Él fue el resultado de una relación entre un ex militar y posterior, Agente de la Paz retirado con honores, que decidió quedarse en el Distrito Doce tras cumplir sus años de servicio para poder estar con su pareja, una chica hija de comerciantes. Llevan una vida cómoda, por lo que vivir en el Doce no les afecta como al resto de la población. La mayoria de los hijos de la pareja nacieron en un momento de la historia de Panem donde casi todos los soldados que tenían familia durante los Días Oscuros, terminada la guerra decidieron seguir defendiendo a Panem como Agentes de la Paz de alto rango y por lo tanto, con algunos beneficios extras, como seguir siendo las cabezas de sus familias. El padre del joven, a veces es llamado mis superiores cuando necesitan algún refuerzo o consejo, pero el resto del tiempo lleva una vida tranquila con su familia. El chico frente a mí es su tercer hijo, y tiene dos hermanas mayores y un hermano cuatro años menor que él.

PÁJAROS CANTORES Y ROSAS (CoryoxLucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora