Nosferatu Zodd

111 7 0
                                    

La sensación del agua caliente chocando con su piel, su espalda siendo tallada por su amada era una sensación que lo satisfacía mucho. Su cuerpo se relajo como si de una pluma se tratara, sentía como el agua salada se escurría por su cara, su cabello siendo secado por Helen como si una madre secara a su hijo.

-En serio necesitaba un baño- Diría con una sonrisa de placer, se dirigió a su baul buscando unas prendas limpias.

-Me alegro que te haya gustado, mi amor-Hablo a Helen, mientras se peinaba el cabello -¿B-bardock?- Llamo Helen tímidamente.

-¿Si?- Mientras terminaba de cambiarse -¿Qué sucede?- Volteando al sonido de su voz.

Helen estaba sentada en la lona que compartían, como si lo esperara, su vista estaba clavada en él.

-Ven- Le dijo, extendiendo sus brazos buscándolo.

Bardock se acercó a paso lento, empezando a decender a sus brazos hasta envolverse en el calor del otro, sus frentes se juntaron empezando a sentir la respiración del otro. Un beso empezaba a encender el deseo de los dos, haciéndose cada vez más profundo y húmedo. Sus respiraciónes empezaban a entrecortarse como si sus pulmones estuvieran por salir de sus cajas torácicas.
Se desprendíeron de sus prendas, querían sentir la piel y la carne del otro, comenzando a unirse en cuerpo y alma.
Cada empujón que Helen recibia de Bardock, ella hundía sus uñas en su espalda. Cada chupeton que Bardock le daba a ella era un gemido para él, los gruñidos que daba Bardock eran para ella. El clímax los alcanzó a ambos, la semilla de Bardock terminó en el abdomen desnudo de Helen, sus cuerpos sudados e impregnados por otros fluidos, esperaban no haber levantado a sus camaradas.
Ambos estaban exhaustos soltando un suspiró al unísono, el sueño les empezaba a ganar terreno hasta apoderarse de ellos, quedándose abrazados.

《...》

Gritos se escuchaban en el campamento de La Banda del Halcon, despertando a todos los miembros de ésta, la confusión se hizo con ellos.

-¡¿Qué demonios sucede?!- Gritaría un Corkus alterado -¡Es ese loco de vuelta!- Diría molesto

-¿Por qué a nuestro Comandante tiene esa costumbre?- Diría un chico que no sabia ni en que planeta estaba.

Guts salió de su tienda, estaba igual que los demás yendo corriendo hacia la tienda de su amigo - Ya es la tercera vez que pasa en esta semana- Pensaría molesto -Lo voy a golpear tan fuerte que le quitaré su estúpido acento- Pero alguien si interpuso en su camino.

-¿Qué crees que haces? Apártate - Le diría molesto a Casca.

-¡No!- Le gritaría Casca en pijama -Yo voy a entrar, tú no y tampoco dejaras que nadie más entre- Le ordenó a Guts, este solo hizo una mueca pero acepto.

《...》

Una ciudad destrozada se vizualiba en el horizonte, una figura flotaba desafiando las leyes de las física, de las palmas de sus manos creo una esfera de energía, lanzadola a la ciudad ya destruida. Borrandola de una gigantesca explosión, alzó vuelo hacia otra ciudad llegando en un instante. Estaba fortificada por sus habitantes, la resistencia que ponían era inútil, fueron destrozados, despedazados y sobre todo masacrados.
Donde habían edificios ahora solo yacían escombros, ese extraño ser buscaba sobrevivientes hasta que encontró a solo dos seres: una madre y un hijo en sus brazos, el extraño ser dudo por unos momentos, pero terminó el trabajo. Al ver la destrucción un objeto le llamó la atención, al levantarlo se reflejo en él. Era el mismo, se había convertido en lo que menos quería, un monstruo.

Bardock en Berserk Where stories live. Discover now