El príncipe Jeon le tomó de la barbilla apretando su mandíbula.

—Es usted joven pero no tonto, así que deje de jugar mi señor—

—¿Y que quieres que haga Jungkook? La batalla ya se ah perdido, ese maldito adicto al sex0 es el rey ahora, y mi querido hermano Namjoon ya no esta, lo único que puedo hacer es agachar mi cabeza y obedecer— dijo molesto empujando su mano —Suéltame ya no soy un niño — el general le soltó y miro a las mujeres que se habían formado en una fila.

—Los Kim tienen una maldición, no hay un solo rey que no se volviera loco entre más años estaba en el poder, y eso fue debido al demonio, lo único que tiene que hacer es no caer en la maldición, y dejar que todo fluya, su hermano está condenado—

—SeokJin es diferente, el no es como mi padre o como mi hermano mayor, es inteligente, es recto, es demasiado sabio, su único defecto es ser un hijo de puta engreído, me mira como si fuera la mierda pegada a su zapato—

—Hasta el rey más bueno no puede evitar ser maldecido— El general le dijo —Pero te ayudare, te daré a Daehyun, si eso quieres pero en cambio déjame tenerla cuando subas al trono—

Yoongi miro al general absorto y luego suspiro.

—Ya veo, bien si eso quieres— y tras decir eso salió de la sala en silencio.

El General Jeon cerró sus ojos despacio, no es como si su hermana se fuera para siempre, ella volvería con él tiempo.

Y aunque las demás personas la pasaban fatal con la noticia de las nuevas concubinas, dentro de la habitación Taehyung se sentía como si viviera en un castillo, había estado dibujando un montón de cosas de manera torpe con la tinta que su majestad le dio, y había cortado fruta de muy mala manera para poder ofrecerle a su majestad cuando llegara, la puso en forma de flor en un plato y coloco las fresas de manera que parecían un círculo bonito (a su ver) luego se limpio el baño y cepillo su cabello, cuando el príncipe llegó el ya estaba de pie esperando en la puerta.

—¡Mi señor!— Saludo alegre inclinando la cabeza luego le quito la casaca y la olfateo, olía bonito pero no era un aroma conocido, la coloco en el perchero y camino detrás de su majestad quien había observado los garabatos de Taehyung en las hojas.

—¿Le gusta?— tomo una ojalá y le acerco —Es un libro, lo hice de este color por que es bonito—

—Pensé que harías un paisaje, como una montaña o un bosque— el príncipe tomó el dibujo en sus manos.

—Yo nunca el visto uno, su padre me contaba de ellos, pero no sé cómo son— el príncipe en silencio dejó la hoja en la mesa y se sentó.

Taehyung corrió por la fruta y la acerco, le mostró emocionado su obra maestra pero su majestad tan solo negó con la cabeza, la dejó en la mesa junto a toda su felicidad acumulada esa mañana.

—¿Fuiste un buen demonio?, ¿No hiciste ruidos?— Taehyung negó, era la misma pregunta de todos los días.

—Qué bien, ahora quita mis zapatos y limpia mis pies, estoy cansado—

Taehyung obedeció y mientras lo hacía recordó cuando limpiaba los pies del antiguo rey.

"Ahora lámelos querido, besa con suavidad como yo lo hago contigo"

"Espalda recta y mirada al frente, se una rosa frotando tus pétalos en mis mejillas"

Paso el trapo sobre su pierna derecha y luego alzo su cabeza viendo a su majestad, el príncipe Namjoon definitivamente no se parecía a su padre, no se enojaba por todo y tampoco le hacía hacer cosas desagradables, era más joven y olía mucho mejor.

El príncipe y el demonio.  JinTae Taejin BTS fanficWhere stories live. Discover now