six; bad ex girlfriend

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Six;
bad ex girlfriend




Estaba cayéndome en mi mesa, mientras escuchaba la voz del profesor. Había dormido mucho, pero ésta vez me estaba quedando dormida en clase.

Dos horas después, estaba arrastrándome hasta la cafetería. Empujé las puertas y sin llamar la atención, me formé en las filas para poder pedir simplemente una hamburguesa junto con un zumo de manzana.

Fui a sentarme hasta una mesa vacía. Lía y Dylan tenían otro receso, por lo cuál yo la mayoría del tiempo almorzaba sola. Mientras le daba un mordisco a mi hamburguesa, alguien se sentó frente a mí con su bandeja de comida.

Levanté la mirada con capsup y mayonesa en las esquinas de mis labios. William estaba sentado en mi mesa, con una radiante sonrisa.

—Hola—saludó.

Parpadee. Tomé una servilleta, limpié mi boca y le devolví el saludó con una tímida sonrisa.

—Gracias. Ya sabes, por preocuparte por mí junto con Dylan—dijo tomando una patata frita de su bandeja.

Me encogí de hombros.

—No me pareció correcto que ella te mandara ese mensaje—respondí.

Continuamos charlando, de temas sin sentido, o temas profundos. Me di cuenta que William sabía un montón de cosas interesantes.

Después de unos minutos, se acercaron dos de sus amigos. Key, un chico de tez morena con tatuajes por doquier. Era carismático, y bastante amable. El otro, fue Dax, un pelirrojo sarcástico y gracioso. En todo momento intentó hacerme reír. Eran agradables, y parecían buenas personas.

Cuando la campanilla sonó, nos despedimos y cada uno fue a su clase.

Cuando por fin el período escolar terminó, guardé mis cosas y salí del aula con la mochila en mi hombro. Mientras caminaba a la puerta principal, William apresuró el paso hasta ir caminando a mi lado.

Lo miré con una ceja alzada.

—Hey, Calí—murmuró con una sonrisa.

—Hey, Will—dije, dándole un suave golpe en su hombro.

—Quería saber si tienes el viernes ocupado—dijo, mientras trataba de no tartamudear.

Apreté mis labios y volque la mirada. Nunca tenía planes, así que estaba cien por ciento segura que mi viernes estaba libre.

—No, ¿por qué?

—¿Quieres ir conmigo al parque de diversiones? Sé que suena un poco infantil pero...

—Claro, está bien—le corté. Me encantaba el parque de diversiones, era mi lugar favorito.

Desde muy pequeña mi papá me llevaba, y siempre dejaba que me subiera a los juegos sola. Si alguno me asustaba, él se subía conmigo sin importar qué. Él era... un padre increíble.

El rostro de William se iluminó. Intercambiamos números y después de despedirnos, cada uno se fue por su camino.

Cuando llegué a casa, lancé la mochila al sillón y me fui hasta mi habitación. Tomé mi celular y revisé las llamadas y mensajes. Sólo había un mensaje, y me sorprendió que no fuera Ian molestando de nuevo.

Desconocido
02:12 pm
Que maldita. Vas recogiendo los restos como siempre, verdad?

Agrandé mis ojos. Nunca alguien me había llamado así, mucho menos por mensaje. Miré a ambos lados, como si por arte de magia apareciera la persona que me mandó el mensaje.

Traté de no enfadarme, después de todo, pudo haber sido un error como con Ian.

Yo
02:34 pm
Disculpa, pero no hayo razón para que me digas así. ¿Quién eres?

Segundos después, el anónimo volvió a mandarme un mensaje.

Desconocido
02:34 pm
Muy bien. Calí, deja de estarte revolcando en la cama de chicos que tienen dueña. Me llamo Caitlin ;) y si quieres seguir jugando, te las verás conmigo.

Lancé una carcajada. Mi estómago dolía, y pareciera que me estaba convulsionado debido a cómo me retorcía en la cama. Después de minutos de estar riendo, comencé a escribir una respuesta.

Yo
02:37 pm
Querida Caitlin, deja de estarme acusando de cosas que nunca han pasado. Si quieres seguir jugando a "amenazarme", te las verás conmigo, no te equivoques. Besos.

Al presionar el botón enviar, una sonrisa se dibujó en mi rostro. Si eso no la callaba, no sabía qué. Minutos después, nunca respondió.

Dejé el celular en la cama y me levanté. Tomé una liga del tocador, y recogí mi cabello en una coleta alta. Bajé las escaleras y fui hasta la cocina. Tomé la escoba y regresé a mi cuarto dando grandes zancadas.

Encendí la grabadora y la primera canción que sonó fue de Paramore, la de Ain't it fun. Me encantaba tanto que la dejé y comencé a barrer mi cuarto mientras daba saltos y cantaba la canción.

En ocasiones, utilizaba la escoba como micrófono y fingía dar un concierto y ser tan hermosa como Hayley. Obviamente tenía mucha imaginación, es decir... por Dios, Hayley es una diosa.

Cuando terminé, tendí mi cama y me dejé caer en ella. Estaba muy cansada, y no había apagado la grabadora.

Cuando escuché el auto de mamá entrar a la cochera, me levanté rápidamente. Apagué la música, bajé a trompicones hasta la sala y dejé la escoba. Mientras escuchaba el cerrojo, yo ya estaba lanzándome a la cama, abriendo libro al azar y fingir haberme quedado dormida haciendo tarea.

Mi mamá al verme dormida, salió de la habitación y cerró lentamente la puerta tratando de no hacer el más mínimo ruido.

Cuando di por hecho que no volvería, tomé mi celular y abrí facebook. Por curiosidad, entré al perfil de Caitlin.

En una de sus fotos de perfil, se encontraba con un muchacho muy lindo. La foto era reciente, de hace dos días. Ella estaba tomando la barbilla del chico, y le daba un beso en la mejilla.

El muchacho era de tez blanca, con cabello oscuro y ojos marrones; sin embargo, sus ojos parecían vacíos. Como si no estuviera tomándole atención a la foto. Su nariz era respingada y pequeña, sus labios delgados y rosados. Era un chico muy atractivo. En su mano, se hallaba una cerveza y con la otra, rodeaba la cintura de Caitlin.

La descripción de la foto era solamente un corazón. Alcé una ceja.

Decidí restarle importancia, ya que Caitlin no me agradaba para nada. Dejé el celular nuevamente en la mesita y giré sobre la cama.

De pronto, pensé en William y lo horrible que ha de estar pasando por ella.

Nudes boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora