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Max.

Después del conflicto con todos los chicos Deena me había perdonado y las chicas decidieron que no estarían más cerca de las plásticas y las evitarían a todo costo.

El fin del año por fin llegaba y todavía no había asimilado todo lo que había pasado, los últimos veces tuve más acercamientos con Jane y hasta pense que era amable. Que estupidez, pense.

Otra vez no vería a Jane en 2 lindos meses, pero ahora no estaba segura si era muy bueno o muy malo.

Cuando por fin habían salido de la escuela Beverly celebro al igual que Madison, Deena por otro lado también lo hizo pero más triste de lo normal

Al final de todo me había confesado su amor por Sam y los acercamientos que habían tenido antes, me sentía como la mierda al no notarlo.

— ¡ Maxineeee, debes salir de tu casa ! — Beverly me jalaba el brazo con fuerza, yo trataba de safarme de su agarre.

— Hoy iremos a nuestra heladería favorita y pasaremos por el nuevo parque de diversiones, ¡Tenemos miles de planes y tu no quieres ir! — reprochó Madison cruzada de brazos.

— Vamooooos, me lo debes igual Mad-max. — Deena hizo un puchero, mi boca formo una “o”.

— ¿Que? ¡No te debo nada, Deenise! — Deena frunció el ceño por el estúpido nombre y rodo los ojos.

— ¡ No fuiste al cine la otra vez conmigo ! Eso no es justo. — se encogió de hombros mirando con complicidad.

— ¡Bien, si ire! — mis tres amigas chillaron y me levantaron rápido de mi cama.

(...)

Cuando llegamos pedí mi clásico helado de arándanos y vainilla junto a una galleta encrustrada en el centro, Deena pidió menta con chocolate, combinación curiosa por cierto. Madison fresa y más fresa, Beverly pidió un scramble de oreo y Luna que vimos en el camino pidió un helado de uva con sirope de chocolate.

Nos sentamos en nuestra mesa y empezamos a comer gustosamente, después Mery la dueña de la tienda nos dió algunas galletitas que habían recién horneado por ser sus clientas preferidas, disfrutábamos de la tarde calurosa y cálida pero todo acabo cuando el humo del auto de el presumido Charles inundó nuestra fosas nasales.

— ¡Genial! — dijo con sarcasmo Deena poniendo su cabeza en la palma de su mano.

— Acosadores. — soltó de la nada Madison justo cuando entro Stanley y a la par Lucas.

— ah.. mira a tu novio. — señale con desinterés con mi cuchara a Stanley, un estúpido de primera clase.

Beverly sonrió y el la miró con también una sonrisa, se acercó a ella desde la mesa de atrás y plantó un beso en sus labios para después despedirse e irse con sus amigos y las plásticas.

¿Que opinaba de Stanley? Que era un idiota, imbécil y pesado, ahora llevaba a Beverly a la escuela y casi no la veía y después como si nada la dejaba plantada para irse con sus amigos. Lo único bueno de Stanley es que en ningún momento hablaba o insultaba en los pleitos que teníamos por “respeto hacia nosotras” tal vez no era todo un idiota, o al menos eso pensaba unos minutos atrás.

Mi vista paso de Stanley a Jane quien vestía un vestido que apenas y llegaba a sus rodillas, era completamente blanco y tenía encajes dorados, tenía sandalias doradas también que resaltaban pero lo suficiente, traía aritos y unas pulseras doradas que combinaban perfectamente con su muñeca, su cabello tenía dos mechones juntos en la parte de arriba y estaba suelto y rizado solo por las puntas, usaba un poco de rimel que hacia que sus pestañas resaltaran y se vieran largas y abundantes, sus mejillas estaban pintadas con un color rojizo y sus labios tenían un gloss rosado con brillo, es definitivamente hija de Afrodita. Pensé mientras la miraba, mis amigas notaron esto e hicieron una mueca mientras que Beverly sonreía.

Enemies To Lovers ; ElmaxWhere stories live. Discover now